A primera vista parece que es un paso muy pequeño, pero no es así. Es un avance en el proceso de peatonalización de grandes espacios urbanos necesitados de un cambio de diseño para mejorar la movilidad urbana y, con ello, el propio desarrollo de la ciudad.

A lo largo de las últimas semanas el Ayuntamiento ha estado trabajando en la ampliación del acerado en la avenida del 4 de diciembre de 1977 en parte del tramo comprendido entre las calles Cristóbal Colón y Sánchez Barcaiztegui.

La obra se ha centrado en el incremento del espacio para los peatones, eliminando varias plazas de aparcamiento, a la vez que se ha elevado la calzada para situarla a la misma altura que la acera, lo que facilita la circulación de los peatones.

La zona afectada es la que cuenta con mayor paso de viandantes al ubicarse en ella varios locales de hostelería, cuyas terrazas ocupaban hasta ahora buena parte del acerado. Se produce también una evidente mejora en la estética de la zona, en una avenida que si bien es verdad que no tiene una alta densidad de circulación sí cuenta con numerosos estacionamientos, que funcionan como un muro de separación con el vecino paseo de Canalejas.

Hace unos meses el Ayuntamiento también concluyó la renovación del pavimento del paseo.En todo caso, la operación de mayor calado, aquella que supondrá la definitiva peatonalización de esta arteria, aún tardará en llegar.

Antes el Ayuntamiento tiene pendiente el inicio de las obras de peatonalización de la plaza de España, que con un coste superior al millón de euros cuenta con financiación aportada por la Junta, que valoró el proyecto gaditano como uno de los más relevantes en Andalucía en mejora de la sostenibilidad e integración de espacios urbanos. Aún están pendientes unos trámites burocráticos para poder adjudicar las obras, que se alargarán durante cerca de un año.

El plan no es un mero cierre de calles al tráfico rodado. Significa dar vida a una de a mayor plaza de la ciudad que, sin embargo, siempre ha tenido un carácter secundario en la trama urbana, allí en una esquina, sin comercios, sin hostelería, con abundancia de sedes administrativas y convertidas sus calles en bolsas de aparcamientos.

El proyecto municipal abre nuevos espacios a los ciudadanos, apuesta por el uso de las familias, de juegos para los más pequeños, de descanso para los mayores, de organización de actividades lúdicas y comerciales, de celebración de eventos culturales, a la vez que se refuerza la potencia del monumento a las Cortes de Cádiz ; también se descubrirá el frente principal de la portada del palacio de la Diputación, siempre maltratado.

El espacio urbano ha tenido en cuenta la accesibilidad para personas con problemas de movilidad y para los mayores, así como todos los servicios públicos de agua, luz, saneamiento, redes telefónicas, que se renovarán y modernizarán.

Los aparcamientos que se pierdan se reubicarán en la zona portuaria donde, a medio plazo, se construirá un macro aparcamiento con más de mil plazas.

Todo ello se ejecutará en este mandato (más allá de cómo afecten a los plazos la crisis del coronavirus). Después le tocará a Canalejas.

Por entonces se supone que se habrá iniciado el plan de conexión del suelo portuario con la ciudad. En este plan Canalejas y la avenida del 4 de diciembre jugarán un papel relevante pues se convertirán en la verdadera puerta de entrada a la ciudad para quienes llegan por vía marítima. La idea es perfilar esta reforma del paseo en este mandato para iniciarlo en el siguiente.