Demasiado bien le iban las cosas al puerto de Cádiz últimamente. La Cabezuela tenía sus cantiles a rebosar, ya han sido dos los barcos de la naviera Containerships CMA CGM los que han dado un cierto respiro a la terminal de contenedores, las cifras de los cruceros llegados a la ciudad en octubre han superado todo lo superable, pero algo tenía que romper este confortable momento. 

En días pasados, el gestor de infraestructuras ferroviarias (Adif) dio a conocer el nombre de la firma que se ha adjudicado la gestión y comercialización de la terminal ferroviaria de transporte de mercancías de Córdoba de El Higuerón a Laumar Terminales Ferroviarias, una empresa participada por Laumar Cargo y MSC.

Gracias a esta unión, que se hizo pública a mediados de este año, MSC, la segunda mayor naviera por tráfico de contenedores del mundo ha conseguido extender aún más su actividad para así asegurar su posición dominante en el mercado español. Al gigante naviero italiano con sede en Ginebra le ha venido muy bien, dado que Laumar Terminales Ferroviarias poseía ya dos concesiones de Adif para carga y descarga de trenes de mercancías, una en Torrejón de Ardoz y otra en Vicálvaro, ambas en la provincia de Madrid.

Lo peor de esta historia es que con este anuncio hecho en días pasados por Adif se iba al traste y quedó en mera declaración de intenciones un frente común portuario sin antecedentes que logró unir ante un mismo objetivo a los puertos de Algeciras, Cádiz, Sevilla, Huelva y Málaga, los mismos que la propia Ley de Puertos echó al ring a "pelearse" entre ellas y competir casi sin pensar en especializarse y en compartir más que en competir.

Pero en el momento en que surgió la posibilidad de hacerse con la gestión y comercialización de esta terminal de mercancías cordobesa, Algeciras tuvo la idea de pilotar esta unión que de haber llegado a buen puerto podría haber significado una ampliación del hinterland portuario andaluz, algo que nos vendría bien a todos.

De hecho, cuando Teófila Martínez, presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), contó a los gaditanos la intención de acudir a este concurso que El Higuerón, ubicado junto al Área Logística de Córdoba, es un punto clave de la Red Logística de Andalucía que disfruta de una localización geográfica estratégica para la concentración de cargas y era clave para el futuro desarrollo de los tráficos ferroviarios de Andalucía, así como la materialización de proyectos de autopista ferroviaria.

Para la sociedad que habrían formado los citados puertos andaluces se trataba de una apuesta estratégica que podría haber provocado el incremento de la actividad de la terminal ferroviaria y habría podido canalizar de una forma más sostenible las exportaciones procedentes de la Península. De la misma forma habría podido absorber parte del crecimiento de las importaciones, sobre todo las procedentes del Norte de África, permitiendo liberar las principales carreteras de buena parte del tráfico pesado que soportan en la actualidad.

Pero el puerto de Cádiz era consciente de que se enfrentaba a un concurso en el que la pugna era dura. Allí se ha visto la cara con la empresa Multirail, que ha estado gestionando la terminal cordobesa dede 2015 con unas discretas cifras de explotación. Las otras dos ofertas eran de Grupo Raxell Filiux y, finalmente, Laumar Terminales Ferroviarias, que es la empresa que se ha llevado el gato al agua.

La mala noticia le llegó al puerto de Cádiz en un momento en el que se encuentra algo más cerca de conseguir su tren para La Cabezuela, gracias al tesón de la presidenta de la APBC que llegó al cargo con el firme propósito de conseguir, cuanto antes, el tren para la dársena puertorrealeña. Además, le llega en un momento en que el Ayuntamiento de Cádiz había formalizado ya uno de los trámites que estaban pendientes para asentar, por fin, las vías del tren que harán posible que la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz nazca con ferrocarril. A esto se le une los buenos resultados que está recogiendo la terminal ferroviaria de Jerez gestionada por Concasa.