Cádiz estudia varias alternativas para el botellódromo
Ante el nuevo proyecto que se ejecutará en la Punta de San Felipe, el Ayuntamiento gaditano confirma que están analizando otros espacios en la ciudad
Así será el nuevo beach club de la Punta
El botellódromo localizado en el paseo superior de Pascual Pery tiene los días contados. El espacio destinado a concentrar el ocio juvenil nocturno de los fines de semana para no molestar a los vecinos se convertirá en un beach club que quiere abrir sus puertas en el verano del próximo año, por lo que más pronto que tarde tendrá que empezar las obras de conversión de los actuales locales de hostelería y paseo superior en esa zona abierta a la gastronomía, los conciertos y espectáculos y que incluye también una piscina.
Este proyecto tiene una consecuencia directa sobre el ocio en la ciudad, ya que anula el espacio que hasta ahora tenían habilitados unos jóvenes que desde el año 2006 no pueden reunirse por las noches, el denominado botellón, en puntos que décadas atrás fueron habituales en la ciudad como la Plaza de España, Argüelles, Mina o San Francisco, a los que se unían en verano la glorieta hoy llamada Ana Orantes o la calle Muñoz Arenillas.
Por eso, el Ayuntamiento busca ya remedio para habilitar otro punto de la ciudad donde los jóvenes tengan permitido campar a sus anchas -dentro de unos límites- como hasta ahora pueden hacer en la Punta. Un espacio que tendría que ser habilitado para el ocio juvenil, o al menos que quede señalizado y previsto para ello (habida cuenta del casi nulo mantenimiento y la ausencia de infraestructura alguna actualmente en Pascual Pery).
El alcalde de la ciudad, Bruno García, ha confirmado este miércoles que desde el Ayuntamiento “estamos trabajando en distintas alternativas”, coincidiendo todas ellas en una clara premisa que se ha impuesto el equipo de gobierno popular: “teniendo siempre en cuenta a los vecinos”, para evitar que un futurible traslado acarree molestias y problemas a quienes residan en el entorno del punto determinado.
Para ello, el botellódromo ha sido incluido en la relación de cuestiones que el alcalde y su equipo vienen abordando con técnicos de Urbanismo en esas reuniones que está celebrando García en este proceso de aterrizaje en el Ayuntamiento.
Habría que descartar, de este modo, la opción de que Cádiz prescinda de botellódromo, como están haciendo otras muchas ciudades andaluzas, donde sigue imperando la ley aprobada en 2006 “sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios de Andalucía”.
La necesidad de contar con un espacio con unas condiciones mínimas y el requisito de estar alejado de vecinos para evitar molestias reducen bastante las posibilidades de ese botellódromo, que además surgiría sin el acompañamiento que hoy sí tiene la Punta de esos bares o discotecas, que cada vez escasean más en la ciudad. En este sentido, el polígono exterior de la Zona Franca, el recinto portuario o la Punta de San Felipe asoman -a priori- como posibilidades, aunque desde el Ayuntamiento se ha optado por no dar información sobre esos espacios que se plantean para dar cobertura al ocio juvenil en Cádiz.
También te puede interesar
Regístrate para recibir este boletín quincenal que abundará en una idea de la que se habla poco: tener críos puede ser muy divertido.
Contenido ofrecido por CEU en Andalucía