La peatonalización del Paseo Marítimo

El Ayuntamiento estudia poner cámaras en el Paseo para que los coches no se cuelen

  • Martín Vila destaca la apuesta por un modelo de ciudad en el que el peatón tiene la preferencia.

  • Constata que la peatonalización ha supuesto un revulsivo para la zona.

El alcalde, por el carril bici en el Paseo Marítimo

El alcalde, por el carril bici en el Paseo Marítimo / D.C.

La peatonalización del Paseo Marítimo y la construcción del carril bici, que afronta ya su última etapa, son dos de los grandes proyectos sobre los que se basa el modelo urbano que persigue el gobierno de José María González y que tiene como planteamiento principal conseguir que "la ciudad sea para las personas, lograr una ciudad donde los vecinos sean los protagonistas, no los coches", según afirma en una entrevista mantenida con este diario el teniente de alcalde de Urbanismo y Movilidad Urbana, Martín Vila.

Esta propuesta de ciudad ha tenido este verano su principal prueba de fuego con la peatonalización del tramo del Paseo Marítimo entre el Hotel Playa y Cortadura, donde el paso de los viandantes tiene prioridad sobre las bicicletas y sobre el tráfico de necesidad, lo que ya supone un cambio radical en la cultura ciudadana en esta zona.

"Hemos conseguido iniciar un cambio de modelo que no es sencillo en una ciudad como la nuestra, que vivía con un esquema de movilidad donde el coche era lo fundamental, por lo que revertir este modelo no ha sido sencillo" asume Vila, para quien el paso dado en el frente marítimo "nos sitúa en una posición perfecta para recoger parte de los frutos de esta apuesta".

Si los ciudadanos ya habían descubierto las mejoras en la trama urbana gracias al carril bici en el tramo de Amílcar Barca, entre otras cosas al duplicarse el acerado para los viandantes, para Martín Vila "el proyecto entre el Hotel Playa y Cortadura nos ha mostrado cómo se podía conseguir otro paseo a la altura de los que ya funcionan en zonas como Málaga o Almería o como en capitales costeras de Europa, y que lo que era una posibilidad ya es una realidad".

Una paso, también, necesario para la renovación de un paseo que apenas se ha tocado en las últimas tres décadas, y en el que quedan pendientes mejoras en el viario y en el alumbrado, así como la renovación de las terrazas de los locales de hostelería. Todo ello, constata Vila, "supone un revulsivo para el turismo de la zona, tras la tendencia de la última década con un mayor peso del verano en el casco antiguo".

El teniente de alcalde de Movilidad Urbana se muestra satisfecho con los resultados obtenidos, aunque han existido críticas, más o menos duras, procedentes de algunos vecinos y hosteleros.

En el segundo de los casos, la peatonalización lleva pareja la renovación de las terrazas, muchas de ellas con bastantes años encima. El camino lo ha abierto Arsenio Manila y esta semana la Junta de Gobierno ha aprobado otras actuaciones. Algunas de estos proyectos lo van a emprender locales de los más veteranos del Paseo, lo que lleva implícito una confianza en el proceso de modernización de esta vía.

Las terrazas cerradas, además de abrir la posibilidad de un uso exterior de estos locales fuera de las jornadas con buen tiempo, van a permitir separar con mayor seguridad la zona de hostelería con de la de paso de viandantes y bicicletas, evidencia el edil.

Para Martín Vila, la mejora en las ventas que se está produciendo en una mayoría de los locales del Paseo, aunque hay quienes afirman todo lo contrario, "es uno de los aciertos de esta peatonalización, pero hay otros como la notable reducción de la contaminación y del ruido en la zona. Ahora es un lugar para estar, para pasear tranquilamente, cuando antes había tramos de mero paso ante la acumulación de coches".

Lo cierto es que, a pesar de todo, siguen pasando automóviles por el paseo, más allá de los que tienen la correspondiente autorización. No son muchos, pero chocan con el concepto de apuesta peatonal de la vía, aunque hay señalización prohibiendo el paso y ha aumentado la presencia policial.

Ante la persistencia de estas infracciones, el Ayuntamiento está valorando la posibilidad de instalar cámaras de lectura de matrículas, como las que ya funcionan en dos zonas del casco antiguo, en las calles transversales de acceso al Paseo Marítimo (entre el Playa y Cortadura) para controlar el paso de los vehículos. Será una medida extrema que no convence inicialmente a Martín Vila pero que se considera necesaria ya que puede persuadir a los que siguen incumpliendo las normas de circulación, como ha pasado, indica, en ciudades como Granada y Sevilla.

Mientras tanto, el Ayuntamiento sigue tramitando tarjeta de accesos para residentes (con aparcamientos subterráneos en esta avenida). "Estamos siendo muy flexibles en este proceso, con varios coches por unidad familiar para una misma plaza". Eso sí, el Ayuntamiento está exigiendo o bien el título de propiedad o el de alquiler de la correspondiente plaza de estacionamiento; se quiere con ello evitar la picaresca de quienes arrendan estas plazas subterráneas sin ningún contrato.

La ampliación de la zona peatonal entre Puerta de Tierra y el Playa, con la limitación del tráfico a un único sentido, y la peatonalización casi total en el resto del Paseo ha reducido de forma sustancial los accidentes de tráfico, especialmente en el tramo entre Asdrúbal y el cementerio, que ha sido una de las zonas con mayor siniestralidad de la ciudad. "Peatonalizar no implica más accidentes. Donde lógicamente hay más peligro son en las vías donde no se calma el tráfico", constata el teniente de alcalde de Movilidad Urbana.

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