Las navidades se representan en el imaginario popular como la época más familiar del año. Muy pocas personas viven estos días alejados de sus familias, en el sentido más amplio del concepto que incluye también a la que cada una se crea y que forman sus amigos. Y quienes lo hacen, porque deciden disfrutarla a su manera, seguro que aprovechan las jornadas previas para organizan algún encuentro, almuerzo, merienda o cena. Se trata de unas semanas para compartir, algo que también llega a las entidades de ayuda mutua de San Fernando, a sus centros de día y residencias, para pasar un buen momento con quienes hacen el día o día. Quienes tienen a un familiar en residencia en muchas ocasiones cambiar sus rutinas: pasan más tiempo en las instalaciones o si es posible optan por llevarlos a sus casas.

"Muchas personas solicitan a partir del día 23 llevárselos, sobre todo para los días 24 y 25, para Nochebuena y Navidad, para estar en casa en familia", comenta Sara Alameda, directora de la residencia Dolores Castañeda de la Asociación de Familias de Enfermos de Alzheimer (Afa Vitae). Esas modificaciones en el hábito de contacto con el familiar incluyen en otros casos pasar el día con ellos fuera del centro y regresar para la cena o después de esta. La residencia prepara todo lo necesario para que sus usuarios estén bien atendidos: su medicación, los pañales, las indicaciones, "y estamos en contacto por si se produce algún percance", deja claro.

Entre sus residentes también están aquellos que su vida se reduce a "cama y sillón", para los que se facilita siempre la relación con la familia sin horarios estrictos. "Los familiares de quienes están en habitación siempre pueden estar más tiempo del normal, y en estas fechas es muy común que haya más niños, más pequeños, de lo habitual", detalla sobre otro de los escenarios que se dan.

Taller de adornos de Navidad en la residencia Dolores Castañeda de Alzheimer (Afa Vitae) en San Fernando.

En cualquier caso, tanto para sus usuarios de estancia diurna como para los residentes, la entidad desarrolla actividades navideñas desde principios de diciembre. "El equipo de terapia, formado por personal de terapia ocupacional y técnicos de atención socio cultural, prepara actividades en función de las capacidades cognitivas de cada persona, precisamente para potenciarlas", expone la directora de la residencia Dolores Castañeda. Talleres, decoración de sala o actuaciones navideñas son algunas de las propuestas. El martes estuvo el coro del Hogar del Pensionista cantando, también cuentan con grupos flamencos o niños de colegios que acuden a cantar villancicos y para pasar un rato con ellos.

Para los usuarios con más independencia y en un estado cognitivo más alerta se preparan "salidas para visitar los belenes, ver los adornos de Navidad en las calles y desayunar". De nuevo, esta iniciativa sirve de terapia, "para orientarlos en la realidad, que entiendan que es Navidad, para estar en contacto con el medio".

Las terapias que hace Párkinson Bahía de Cádiz en su unidad de estancia diurna también se encaminan hacia lo lúdico. El día de la Lotería, por ejemplo, colocan el televisor en la sala y están pendientes, porque desde hace años "toda la familia de Párkinson" juega el mismo número. Ese día el desayuno suma al pan y el aceite habituales los polvorones y por supuesto villancicos. "Animamos el salón, cantamos", comenta la directora de Párkinson Bahía de Cádiz, Lola Garzón. 

Este año han decidido no salir fuera para el almuerzo que preparan por estas fechas. "Son personas dependientes y es muy complicado encontrar un restaurante con todas las normas de accesibilidad", explica la responsable. La han realizado en sus dependencias, a pesar del espacio limitado en el que desarrollan su actividad, "casi duplicamos usuarios". "Nos nace del corazón, aunque estemos apretados, celebramos las fiestas así", añade. Acondicionan la mesa, con mantel y vajilla de Navidad. Antes, incluso, anuncian el ganador del concurso de christmas que hacen sus usuarios. "Es el que usamos para felicitar a las instituciones, a los familiares, a los medios de comunicación", detalla Garzón.

La falta de espacio y el aumento de usuarios ha hecho que otro año más hayan descartado recuperar su belén viviente, lo dejarán para cuando dispongan de sus nuevas instalaciones, las que poco a poco edifican en Camposoto, junto al centro de salud también en construcción. Por ahora se conforman con visitar los belenes, para el día 26 en concreto acudirán al ayuntamiento y realizarán un desayuno andaluz en la Plaza del Rey.

Esa salida se repite en el caso de la residencia de mayores de la Cruz Roja, una propuesta en la que se juntan residentes, familiares y trabajadores de estas dependencias. Su Navidad comienza a principios de diciembre, por el puente de la Inmaculada, con la decoración del lugar, con las manualidades que los mayores y estudiantes de algunos institutos y colegios de San Fernando hacen en los talleres, donde no solo se trabaja la creatividad, la motricidad fina y la gruesa. "Vienen al centro y hacen esta actividad. Les gusta mucho porque se produce un intercambio", señala la directora asistencial de la residencia, Erica Aragón. "Los residentes observan a los jóvenes, su entusiasmo, su vitalidad. Se les ilumina la cara", cuenta. Los jóvenes escuchan las historias de estos mayores, sus experiencias, "sus batallitas".

El servicio de terapia ocupacional se encarga de organizar las actividades pero participa todo el centro, precisa Aragón, que también menciona las actuaciones, los coros y los grupos que acuden para cantar villancicos. "La música sirve para mucho", admite. "Una señora comentaba hace unos días que iba a retrasar la hora de la visita porque su madre le había dicho que había una actuación y no quería salir", desvela. "También pasa esto por que vienen de la escuela de peluquería", precisa.

Estos días las familias han intensificado las visitas a la residencia de La Magdalena. "La mayoría viene asiduamente, pero con estas fiestas están más tiempo, porque están de vacaciones o porque vienen otros familiares que están fuera, como los nietos que estás estudiando, por ejemplo", plantea. Según la patología que la persona tenga, según su estado, la opción de llevarlos a casa por unas horas puede ser factible. "Algunos se van ahora y vuelven el día 26. Otros están fuera del 23 al 25 por la tarde. Ya digo que depende", expone Erica Aragón.

Algunos de los residentes de la Unión de Parálisis Cerebral (Upace) San Fernando pernoctan en casa estos días de fiesta. Otros son recogidos por las familias, celebran en sus casas y vuelven a dormir. "Hay que tener en cuenta que en muchos casos son padres ya muy mayores que tienen dificultades para moverlos", aclara Ana Lorenzo, la directora general de la entidad. Para quienes se quedan preparan las cenas y comidas especiales,  de Nochebuena, Navidad, Fin de Año y Año Nuevo, con mariscos y otros productos, "como todo el mundo", indica. Además, los familiares pueden estar todo el tiempo que quieran con ellos en las instalaciones. El viernes estuvieron los reyes magos en el colegio y en la residencia de San Quintín. El día 6 también llegan sus Majestades de Oriente a la residencia de Al Andalus donde los regalos quedan expuestos entre globos y otros adornos.

Las navidades y el fin de año son momentos para la familia, en los que las fiestas y actividades en estos centros buscan "mejorar el estado de ánimo de todos", porque también es tiempo de melancolía, de acordarse de los que ya no están.