Corpus 2020 en Cádiz

El año de Ana de Viya

  • El Santísimo recorrerá hoy las naves de la Catedral en la impresionante Custodia que en 1890 rehizo el mismo orfebre que ejecutó la urna del Santo Entierro

La Custodia de Ana de Viya

La Custodia de Ana de Viya

La impresionante Custodia procesional de plata que atesora la ciudad para las procesiones de Corpus no se moverá hoy de su capilla. La suspensión de la procesión externa del Corpus y la imposibilidad de mover el imponente carro que en su conjunto alcanza los 391 kilos de peso cumpliendo con las medidas de distanciamiento sanitarias han obligado al Cabildo a prescindir de este ‘paso del Santísimo’ en una ocasión sin precedentes. Sin embargo, esta circunstancia lleva a poner hoy en valor esa otra Custodia que atesora la Catedral de Cádiz y que pese a que cada año protagoniza el Corpus de la Octava (el domingo siguiente a Corpus) no tiene la relevancia y, sobre todo, la fama del carro de plata.

Como si de un homenaje algo tardío al centenario de la muerte de Ana de Viya que se cumplió el pasado año, la Custodia que legara esta gaditana a la ciudad adquiere hoy todo el protagonismo.

Fue en el año 1883 cuando Ana de Viya adquirió en Barcelona esta Custodia que representa la arquitectura del monasterio de Sant Cugat del Vallés. No obstante, no terminaba de ser de su gusto, por lo que entregó la obra al orfebre que había construido la impresionante urna del Santo Entierro, Manuel Ramírez Serrano, que la cambiaría prácticamente por completo.

El trabajo de Ramírez se alargó –según cuentan los historiadores– treinta meses; entre otros motivos, porque la enfermedad de este orfebre ya le aquejaba en su trabajo. Tanto, que el mismo día que Ana de Viya hizo entrega de la Custodia al entonces obispo, Vicente Calvo y Valero, fallecía Manuel Ramírez (el 4 de diciembre de 1890). Y el resultado es una espectacular custodia realizada en plata sobredorada, con brillantes, perlas y esmeraldas. El viril y la cruz son de oro.

Desde ese año 1890 en que se inauguró el día de la Inmaculada, la viene usando el Cabildo para la procesión claustral de la Octava del Corpus, contabilizando la custodia una salida al exterior, la del año 1970 –con la Catedral cerrada al culto– en la procesión que organiza la Esclavitud del Santísimo (el tradicional Corpus Chico) desde San Antonio.

La base de la custodia tiene grabadas, en letras góticas, la siguiente inscripción: “A ti, ¡Oh Dios! Alabamos a ti, por Señor te confesamos”. Y en los costados se lee: “Por el eterno descanso de las almas de Ignacio de Viya y Cossio; su esposa Josefa de Jáuregui y Fernández de Alba; sus hijos Guadalupe, Félix y Josefa dedican esta memoria a Jesús Sacramentado. Ignacio y Ana de Viya y Jáuregui de quien es propiedad”.

En el año 2007 fue restaurada en el taller del joyero gaditano Juan Rivera. Y desde entonces luce durante el año en el museo catedralicio de la Casa de la Contaduría, junto al resto de valiosas obras que la Catedral atesora para el culto al Santísimo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios