Diario Cofrade

Semana Santa en San Fernando: Sobrevivir al segundo año sin procesiones

  • La Isla, con un año de pandemia a sus espaldas, encara otra Semana Santa diferente e insólita que el virus relegará forzadamente a la intimidad del interior de los templos

Cofrades, el Viernes de Dolores, se dirigen a la Iglesia Mayor con ciriales para ultimar el montaje del altar de Semana Santa de Columna.

Cofrades, el Viernes de Dolores, se dirigen a la Iglesia Mayor con ciriales para ultimar el montaje del altar de Semana Santa de Columna. / Sonia Ramos (San Fernando)

La Isla encaja su segunda Semana Santa sin hermandades en la calle con resignación y conformidad, qué remedio. La pandemia impone las reglas y a las cofradías, como al resto de mortales, no les queda sino adaptarse a una situación del todo insólita para las generaciones actuales.

De hecho, hay que remontarse 85 años atrás en el tiempo para encontrar una situación histórica parecida con el parón que supuso la Guerra Civil. Y ni siquiera entonces la ausencia de procesiones en la calle fue más allá de 1936.

Para los isleños que han crecido con una Semana Santa en continuo auge, crecimiento y popularidad, la obligada suspensión de estos actos de culto externo que llegó en pleno vértigo del confinamiento supuso el año pasado todo un shock, de eso no cabe duda. Pero si algo caracteriza a las hermandades, que son los colectivos más antiguos que existen, es su capacidad de adaptarse a las circunstancias a lo largo del tiempo, o lo que ahora llaman la resiliencia. Así que se trata de resistir y reinventarse.

Y en eso andan discretamente las hermandades desde hace un año. La Semana Santa que comienza hoy –relegada al interior de los templos– será una buena muestra de ello.

Porque no habrá procesiones, como se intuía ya desde el año pasado, pero tampoco será una Semana Santa como la de 2020, que coincidió con los días más duros del confinamiento y que hubo que vivir con los templos cerrados a cal y canto.

Esta vez, a pesar de las aforos limitados y de las consabidas restricciones, los hermanos podrán acudir a la iglesia para rezar a sus titulares y participar en los diferentes cultos –vía crucis, meditaciones...– que van a organizar las hermandades. La mayoría, además, montará altares especiales para estos días. Así que sí, va a ser una Semana Santa diferente, de nuevo marcada por la pandemia, pero también muy distinta a la del año pasado. E insólita. Nunca hasta ahora se ha vivido la Semana Santa de esta manera en San Fernando.

Aunque hay que reconocer que La Isla es una de las pocas ciudades en las que la Semana Santa goza de cierto renombre que no va a celebrar en estos días exposiciones colectivas de patrimonio ni actos similares para compensar la ausencia de hermandades en la calle y, en cierto modo, mantener el pabellón cofrade en alto. No es por falta de interés, que conste. La tentativa lanzada por el Consejo con el apoyo de las hermandades para recrear en los templos de manera colectiva las escenas de la Pasión con cada uno de los misterios e imágenes titulares se truncó con la negativa del clero local. Y ahí quedó la cosa.

Así que cada hermandad, de conformidad con el criterio de su párroco y director espiritual, marcará cada día su agenda, las horas de apertura del templo y los actos a celebrar e, incluso, el modo en el que expondrán a sus titulares en el día en el que tendrían que realizar su salida procesional. Pero todas, de un modo u otro, estarán ahí. Y se puede acudir a su encuentro.

Y a pesar del obligado y forzado parón que el covid-19 ha provocado en el plano estrictamente cofrade, hay un buen número de hermandades que no han dejado de trabajar en sus proyectos o incluso de plantearse otros nuevos, lo que no deja de ser muestra de buena salud.

A esta Semana Santa se llega además con un año de pandemia a las espaldas, que en el caso de La Isla se traduce en más de un centenar de muertos, cerca de 6.000 contagios y una maltrecha economía local de nuevo en jaque. Y eso, claro está, también influye. Las hermandades no son ajenas a esa realidad en la que viven.

Por otro lado, colectivos como los hosteleros (Asihtur) y los comerciantes (Acosafe) han aprovechado también estos días, en los que se espera más movimiento en la calle, para lanzar sus respectivas campañas e intentar remontar tras el duro varapalo que ha supuesto la tercera ola. Todo suma en definitiva a esta nueva Semana Santa 'diferente' que mira con recelo a un incierto futuro.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios