María hace sus ejercicios en la piscina del centro Infanta Doña Cristina de la Unión de Parálisis Cerebral (Upace) de San Fernando. Está inquieta, se pone nerviosa cuando hay demasiado alboroto a su alrededor y en esta ocasión varias personas escuchan las explicaciones de una de las terapeutas sobre qué tipo de trabajo de estimulación se realiza en el agua. Este recurso es uno de los que aprovecha la entidad para el desarrollo de sus usuarios.

La presidenta de la Diputación, Irene García, conocerá a lo largo de la visita –en la que está acompañada de la alcaldesa, Patricia Cavada; el diputado de Igualdad y Bienestar Social, Salvador de la Encima; y el concejal isleño y diputado Jaime Armario– algunas de las actividades que los profesionales ponen en práctica para estimular a los afectados por la parálisis cerebral y discapacidades afines.

"No conocía el centro, pero sí a la institución y los programas que lleva a cabo", menciona la dirigente socialista, que destaca la importancia de su labor: con el en torno a 300 usuarios diarios que atiende, por su papel en la generación de empleo (con unos 150 profesionales ligados al proyecto) y por el respiro familiar que supone contar con un centro que completa el desarrollo por edades y hasta los más afectados.

En la piscina -donde se mueven en un espacio similar al vientre de la madre- tratan aspectos cognitivos y también todos los esquemas posturales, con juegos, más o menos esfuerzo, con movimientos laterales, de rotación, de extensión y flexión. En la sala de juegos, mientras tanto, otro grupo se divierte practicando a los bolos, los dardos, con el scalextric o la videoconsola. Son, explica una de las monitoras, juegos adaptados. "Le dan al pulsador con las manos o la cabeza para encender el secador y que el aire mueva la bola para tirar los bolos", cuenta sobre una de las opciones. A su lado está la pistola que utilizan para lanzar los dardos, que también tiene un pulsador, como el circuito de carreras cuyos mandos permiten controlar la velocidad y el cambio de carril. "La adaptación de la play station es la más complicada. Juegan con la mano, con la cabeza, algunos mandos tienen cuatro botones", detalla.

Patricia Cavada e Irene García escuchan las explicaciones sobre uno de los juegos adaptados.

La comitiva, en la que está también el presidente de Upace, Francisco Javier Castro; el director, José Manuel Porras, a punto de jubilarse; y otros miembros de la directiva, acude a continuación a la sala de estimulación, conocida como sala mágica, pues allí se trabaja a partir de luces, fibra óptica, tubos de burbujas, máquinas de colores y música o una cama de agua. "Aprendemos a través de los sentidos, de la interacción con el medio, y ellos no interactúan igual", comenta la terapeuta. En esa sala ayudan a cada usuario según el objetivo marcado.

"Upace presta una atención de calidad, con profesionales de primer nivel", resalta la regidora, que deja claro la intención municipal de mantener su contribución a esa labor. "El Ayuntamiento le ha concedido una subvención de libre concurrencia, pero además hay una subvención nominativa de 50.000 euros para empezar la construcción de una piscina en el centro de Al Andalus", apunta.

A eso se suma una aportación de 50.000 euros de la Diputación, que menciona el presidente de Upace. "Y una aportación para el grupo de ocio y tiempo libre, para que los chicos puedan salir de excursión", añade. "Mantenemos el compromiso de la administración", defiende Irene García, que habla de la estabilidad que la Institución Provincial ha dado a las ayudas a estas entidades. "No puede estar al arbitrio de los presupuestos", indica haciendo referencia a la preocupación existente "por los acontecimientos en otra parte fundamental de las ayudas, la de la Junta de Andalucía, que debe garantizar los conciertos de plazas y los recursos económicos para que se mantenga la atención adecuada".