San Fernando

El número de militares de Camposoto aislados tras el caso de coronavirus asciende a 30

  • La Oficina de Comunicación de la Fuerza Terrestre afirma que se aplica el protocolo previsto y que al personal se le realizarán las pruebas "según la disponibilidad de la red sanitaria" 

Soldados del Racta--4 durante labores de desinfección de la operación Balmis.

Soldados del Racta--4 durante labores de desinfección de la operación Balmis. / Román Ríos (San Fernando)

La Oficina de Comunicación de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra ha confirmado el aislamiento preventivo de hasta 30 militares destinados en el Regimiento de Artillería de Costa número cuatro (RACTA-4) tras el positivo dado este viernes por un sargento de dicha unidad durante la realización de las pruebas del coronavirus. 

En un primer momento, desde el propio RACTA-4, que se ubica en el acuartelamiento de Camposoto en San Fernando, se informó de que se había optado por mandar a su casa a 8 compañeros de este suboficial, concretamente el personal que está bajo su mando en la pieza. No obstante, este número de aislados por haber mantenido contacto directo con el militar contagiado durante su trabajo se elevó posteriormente hasta llegar a las 30 personas, según han indicado en la jornada hoy fuentes oficiales del Ejército. 

Desde la Oficina de Comunicación de la Fuerza Terrestre se ha afirmado que se ha aplicado el protocolo previsto en estos casos, "por lo que al personal aislado se le realizarán las pruebas correspondientes según disponibilidad de la red sanitaria".

También se ha recordado que el caso se ha registrado en el Regimiento de Artillería y no en el Centro de Formación de Tropa número 2 (CEFOT-2), la otra unidad que se ubica en el acuartelamiento isleño y que en condiciones normales -no ahora- suele contar con cientos de alumnos en instrucción, por lo que un contagio podría tener mayor repercusión. De hecho, en este centro de formación -siguiendo las órdenes del Gobierno de España- no hay alumnos desde el comienzo del estado de alarma a mediados del pasado mes de marzo. 

El positivo dado por el suboficial de artillería, no obstante, ha desatado una gran alarma entre el personal de la unidad, que teme que el virus lleve días circulando libremente por el acuartelamiento dado que el sargento desconocía que estaba contagiado hasta el momento de hacerse la prueba y acudía a su puesto de trabajo con total normalidad.  

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