La Corchuela, uno de los dos establecimientos de hostelería que resiste en la playa de La Casería tras los polémicos derribos de las casetas, ha cerrado sus puertas. Pero solo lo ha hecho temporalmente, como ha aclarado su propietario, Miguel Muriel. Su intención es que el local vuelva a abrir para la próxima Semana Santa, dentro de unos meses.  

El cierre, no obstante, ha despertado entre vecinos y asiduos el temor a que se tratara de un nuevo episodio del conflicto con Costas que en febrero de 2022 llevara a la demolición de las casetas que históricamente habían ocupado la zona de Dominio Público Marítimo Terrestre tras un largo proceso administrativo plagado de tensiones y protestas.  

De hecho, La Corchuela consiguió esquivar entonces el derribo al recurrir el desalojo en los juzgados y lograr que la sala aprobara una medida cautelar en este sentido, lo que les ha permitido continuar la actividad a la espera de juicio. 

Y la intención, una vez que se lleve a cabo esta parada técnica, sigue siendo seguir con el negocio asentado en la playa de La Casería adelante mientras sea posible. El cierre, se insiste, es temporal, motivado por la falta de personal y por la necesidad de hacer "algunos arreglos" en el local. Pero La Corchuela volverá a abrir. 

Pendiente también del recurso presentado por Costas contra la concesión administrativa otorgada por la Junta de Andalucía se encuentra también el otro establecimiento hostelero, el restaurante Cantina de El Titi-El Bartolo. La vigencia de la concesión, no obstante, expira en 2024. 

Así que, aunque las casetas pasaron a la historia con la ejecución de los derribos en febrero de 2022, el proceso iniciado por Costas en noviembre de 2020 -ahora se cumplen ya tres años- se mantiene a la espera de que se resuelva en los juzgados la situación de los dos negocios de hostelería que siguen abiertos en la playa de La Casería. 

Porque el proyecto del sendero que tiene previsto acometer Costas en la zona –que se pretende desde hace 20 años– tendrá que esperar al menos a que se resuelvan los procesos judiciales abiertos que afectan a los dos negocios de hostelería que todavía se mantienen en pie en la playa de La Casería, que por el momento han conseguido evitar la demolición: La Corchuela y la Cantina de El Titi-El Bartolo.

Esta actuación contempla la adecuación de un paseo de casi 800 metros de longitud (para uso peatonal y de bicicletas), que se extenderá desde la punta de la playa hasta el cementerio de San Carlos (conocido popularmente como de los Ingleses).