Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La vía es (por ahora) andaluza
La Feria de Emprendimiento era un hervidero de actividad desde la diez de la mañana. Estudiantes de toda la provincia mostraban su propuesta empresarial a todo el que paseara por la zona, la Alameda Moreno de Guerra, donde se habían instalado las carpas en las que pusieron sus productos. Cualquier método era válido para venderlos, también sus servicios, si era ese tipo de negocio el que habían ideado y puesto en marcha. De Jerez, Barbate, Prado del Rey, Chipiona, Algeciras... numerosos centros educativos se dieron cita en este encuentro con el que se hace visible la cultura emprendedora que quiere fomentarse entre los más pequeños. Las 22 mini empresas que ayer se dieron a conocer son el resultado del programa desarrollado en colegio de Primera, institutos de Secundaria y centros de Formación Profesional por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta, en colaboración con la Consejería de Educación.
"El objetivo es acercar las empresas a las aulas, para llegar a los estudiantes y potenciar sus capacidades y habilidades emprendedoras a través de la creación de empresas reales", explicaba la delegada territorial de Economía, Gema Pérez, durante la visita que realizó acompañada por la alcaldesa, Patricia Cavada. Ambas defendieron la importancia del emprendimiento en la sociedad; la apuesta por ello hace, según las palabras de la regidora, "ciudades ricas, que generan empleo, en definitiva ciudades mejores".
Por el momento, en el alumnado ha servido para su crecimiento personal. Ayer, todos los presentes -1.826, aunque en la provincia han participado en el programa 3.050, de un total de 71 centros- mostraban su entusiasmo con una actividad que les llevó a exponer los productos que se han encargado de elaborar, adquirir o preparar para un posterior negocio. Había jabones artesanales, cremas hidratantes, elementos decorativos como cajas de madera, percheros o macetas pintadas, pulseras, broches o anillos, objetos de cuero, tazas estampadas, camisetas pintadas a mano, chapas o almohadas terapéuticas. Otras daban cuenta de un producto de su tierra, como las setas; o proponían deportes de aventura -incluso utilizaron dos palmeras de la alameda para montar un recorrido con cuerdas y arneses para los pequeños-; u ofrecían los servicios de la compañía Once upon a time o su coro musical. En ambos casos actuaron en el templete: los primeros para representar una obra en inglés y los segundos cantar las coplas de una chirigota.
La jornada servía para presentar el producto o servicio, pero también para poner en práctica técnicas de promoción y venta, con las exhibiciones de su oferta, talleres de creación de pulseras o la elaboración de jabones. Pero también se usó cartelería llamativa, reparto de publicidad, llamadas de atención a viva voz de la mercancía o el acercamiento a los clientes para que acudieran a ver el producto, sobre el que los alumnos explicaban amablemente su elaboración.
La promoción es una parte más del negocio, pero antes los estudiantes en clase han tenido que aprender cuestiones teóricas y prácticas sobre la creación de una empresa, sobre la forma en que empieza a tomar cuerpo una proyecto, una idea empresarial. Para la constitución de estas empresas han elaborado los estatutos, decidido el nombre, creado un logotipo y elaborado un catálogo de productos. Pero también se les ha explicado que es un plan de empresa, que deben realizar. La financiación, la gestión de los pedidos y el intercambio de productos con otras empresas, regiones y países son otras de las labores que han desarrollado para adquirir esas habilidades emprendedoras. "Los padres deben saber que entre estos estudiantes tiene que haber profesionales de distintos ámbitos -abogados, médicos, profesores...-, pero también, gente que lleve a cabo su idea empresarial, y trabajar por cuenta propia", planteó Gema Pérez.
Dentro las actividades complementarias de la Feria de Emprendimiento los estudiantes pudieron disfrutar de talleres de demostraciones científicas, de reciclaje, fabricación de collage, de cosmética con algas, de encuadernación japonesa, y de creatividad e innovación -ofrecido por el Cade (Centro de Apoyo al Desarrollo Económico)-, conceptos que se han tratado en la aplicación del programa Mini Empresas Educativas, al igual que la organización, el trabajo en equipo, la responsabilidad o la identificación de ideas.
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