Exposicion fotográfica 'Escuín & Amigos' en San Fernando

Once fotógrafos en busca de ‘duende’

  • 'Escuín & Amigos' persigue captar la esencia del flamenco a través de una visión colectiva

  • La muestra fotográfica estará expuesta en el centro de congresos hasta el Dia del Flamenco

Ignacio Escuín, rodeado de las obras expuestas en el centro de congresos.

Ignacio Escuín, rodeado de las obras expuestas en el centro de congresos. / Román Ríos (San Fernando)

Hay un denominador común, por supuesto. Y es el flamenco. Pero el medio centenar de fotos que desde hace unos días se expone en las instalaciones municipales del centro de congresos y que va calentando motores en La Isla para el Día Internacional del Flamenco habla cada una de una manera diferente del cante, del baile, de la guitarra y de sus nombres propios.

Lo hace a veces en blanco y negro y a veces en color, con fotos de estudio y con fotos en directo, con el simple detalle de unas manos o con una imagen que capta el momento clave de una actuación en el escenario, con el desgarro del quejío de un veterano cantaor o incluso con una secuencia entera de fotos que capta el movimiento elegante y enérgico de una bailaora... Es lo que se pretendía, cuenta el artífice de esta muestra Ignacio Escuín. "Aquí hay fotos de once fotógrafos y eso quiere decir que son once maneras distintas de ver el flamenco", afirma. Hay poco espacio para las coincidencias en el reino del sentimiento y la subjetividad. Ningún fotógrafo ve –o siente– igual al flamenco.

"Aquí hay once fotógrafos y eso quiere decir que hay once maneras diferentes de ver el flamenco"

Escuín & Amigos –que es el título que se le ha dado a esta exposición colectiva que podrá verse hasta el próximo 16, que es el Día del Flamenco– nace, precisamente, de esa afición compartida por este arte que existe entre varios fotógrafos y de su inquietud por intentar captar con el objetivo de la cámara eso que tiene tan especial. "Yo creo que la fotografía flamenca intenta captar el momento e intenta, sobre todo, expresar, transmitir esa emoción que desprende el flamenco, esa fuerza... El duende", explica Escuín. Y ahí, precisamente, radica la complejidad de la tarea, aunque también sus infinitas posibilidades, como puede verse al recorrer las imágenes expuestas en la muestra.

La idea de montar la muestra colectiva era esa, hacer en cierto modo un retrato colectivo del flamenco "y hacerlo además entre amigos que comparten una misma pasión". Junto a Escuín, de esta forma, participan en la muestra el grande Pepe Lamarca, Antonio Mota, Francisco Javier Ramírez Cachi, Juan Antonio Sánchez, Antonio Alcázar, Rafael Barrios, José Luis Monje, Paco Barroso, Carmen Mateos y Juan Silva. Cada uno ha tenido libertad absoluta a la hora de exponer, precisa Escuín. Tanto en técnica como en formato. Incluso a la hora de decidir qué fotos seleccionaban para la exposición. Lo único que comparten –insiste– es que el tema, que todas hablan de flamenco.

En la muestra no solo tienen cabida los grandes, también ese flamenco más cercano está presente

En la muestra se estrena también como fotógrafo el escultor Antonio Mota, gran aficionado al flamenco y, al igual que Escuín, miembro de la tertulia La Fragua. De ahí viene todo. "Cuando empezamos a darle vueltas a la idea de montar una exposición colectiva me dijo que tenía fotos, que quería que yo las mirara antes. Le dije del tirón que expusiera", relata Escuín. Y se ha notado su faceta de artista plástico, cómo no.

Hay, además, fotos de Pepe Lamarca, que es toda una referencia a la hora de hablar de la fotografía flamenca y que prepara para 2019 otra exposición con Ignacio Escuín. Sus fotos cargadas de historia –entre ellas una inédita de Camarón– actúan de contrapunto con otras en las que el fotógrafo persigue la esencia del flamenco en directo. Además –puntualiza – Escuín, en esta exposición no solo figuran como protagonistas los artistas consagrados. "Aquí aparecen también las niñas de las academias de baile... ¿Por qué no? Hablamos de flamenco y, en gran medida, de captar ese momento mágico sobre el escenario", sostiene el artífice de la muestra. Que ese momento pase por regla general está garantizado con los grandes nombres propios del flamenco, pero también ocurre con los menos conocidos, incluso con una actuación de una academia de baile en la peña Camarón en un fin de semana, por ejemplo.

"En definitiva, se trata de fotografiar lo que escuchamos, lo intangible", advierte Escuín.

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