San Fernando

Inés Esparragosa Vázquez, coordinadora de neuorooncología: "Investigar en España es complicado, muchos se van fuera o lo dejan"

La doctora isleña Inés Esparragosa Vázquez, coordinadora de neuorooncología.

La doctora isleña Inés Esparragosa Vázquez, coordinadora de neuorooncología. / Sociedad Española de Neurología

-¿Cuál es el papel de la coordinadora del grupo de estudio de neurooncología en España?

-Como coordinadora del grupo de neurooncología de la SEN (Sociedad Española de Neurología) durante los próximos dos años tendré la función de coordinar todo lo relacionado con la docencia a neurólogos y residentes en este área, de organizar cursos para los residentes que tengan interés en tener una formación más amplia así como las ponencias que queramos realizar en la próxima reunión anual de la sociedad española, entre otras cosas. Igualmente, me propongo dar más visibilidad a esta subespecialidad dentro de la neurología, muchas veces desconocida incluso para el neurólogo general, facilitando la colaboración con otros grupos de estudio y con otras sociedades científicas.

Hay que tener en cuenta que la neurooncología no solo se encarga de estudiar y tratar los tumores cerebrales, sino también todas aquellas complicaciones de un cáncer que presenten un cuadro neurológico, lo que brinda un campo bastante amplio que permite ayudar a otros especialistas a la hora de tratar a pacientes que presentan esas complicaciones.

Nuestra función desde este grupo de estudio sería dar formación a los neurólogos, actualizar las guías clínicas siempre que sea posible, aunar la colaboración entre distintos hospitales para informar de ensayos clínicos que se puedan hacer a nivel nacional, facilitar la recogida de datos de pacientes en común para estudiar determinadas enfermedades o efectos secundarios de tratamientos...

-Sin embargo, la neurooncología no es una subespecialidad muy extendida en España si no me equivoco

-No lo es. Es un ámbito de estudio que cae entre la neurología y la oncología. En general, en España son sobre todo los oncólogos médicos los que tratan los tumores cerebrales. No está tan extendida la neurooncología entre los neurólogos . El año pasado hicimos un estudio para ver cómo afectaba en el tiempo de diagnóstico y en el pronóstico de los pacientes el hecho de tener neurólogos especializados en neurooncología en los hospitales y en aquellos en los que hay gente formada el resultado fue mejor; se trata diferente... El objeto era intentar hacer ver a la Sociedad Española de Neurología que hace falta formación en este sentido porque la neurooncología como tal, en el programa formativo de los neurólogos, no existe. Los médicos que se quieren formar en neurooncología tienen que irse al extranjero o buscarse por su cuenta la formación.

-Usted, por ejemplo, lleva ya un año en Lyon, en Francia

-Mi caso es un poco particular, porque en la Clínica Universidad de Navarra, donde estudié la especialidad, tuve la oportunidad de trabajar con el doctor Jaime Gállego, neurooncólogo. Él se formó también en Francia y luego regresó a España a ejercer la especialidad. De esta forma, encontré mi curiosidad por este tipo de enfermedades. De hecho, fue entonces cuando empecé la tesis doctoral. Pero a decir verdad, esto no suele ser lo frecuente. En España era difícil seguir formándome en este campo, así que me decidí ir a Francia, donde hay más formación específica y numerosas becas para investigación y para la tesis doctoral...

-Vista su trayectoria, ¿se siente identificada con el perfil del joven investigador que se tiene que ir de España porque aquí no encuentra suficiente apoyo?

-Que la neurooncología no esté tan desarrollada es el motivo porque el que decidí irme. Pero sí que es verdad que me siento en parte identificada con ese perfil. En España los médicos estamos acostumbrados a hacer investigación de forma gratuita, en nuestro tiempo libre o entre paciente y paciente. La investigación no está bien pagada. Hay contratos y becas pero son un porcentaje muy pequeño que muchas veces se solapa con la actividad clínica. En mi caso, me busqué la forma de irme, me busqué una beca y encontré la posibilidad de hacer lo que quería. En España, aunque salen becas, suelen tener una cuantía muy baja. Estamos hablando de gente que tiene el grado de Medicina, los cuatro o cinco años de especialidad y que después de once o doce años de estudios se ve con becas de mil euros para poder hacer tesis doctoral e investigación. Obviamente es bastante pobre. Es la realidad de la investigación en España. Tengo muchos compañeros que han tenido que irse al extranjero o han tenido que dejar la investigación porque no era viable en lo personal. Falta dinero para la investigación.

-Acaba de conseguir ahora una beca de la European Academy of Neurology (EAN)...

-Así es. Llevo un año ya en Lyon. Al principio me fui con una beca de la ARTC, una asociación francesa privada que trabaja para la investigación en tumores cerebrales. Y a finales de 2022 he conseguido la beca de la European Academy of Neurology (EAN) para continuar con mi formación y con mi tesis doctoral, en la que intento aumentar el volumen de pacientes de estudio. Trata sobre la respuesta radiológica a inmunoterapia en los glioblastomas, el tumor cerebral maligno más frecuente en el adulto, y de esta forma hacerla de forma internacional.

-Ha convivido con los dos sistemas sanitarios, el francés y el español, ¿se atreve a hacer una comparación?

-Hay mucha diferencia entre los dos sistemas públicos, pero no todo es positivo en uno ni todo es negativo en el otro. Sí es cierto que en España la calidad de la asistencia médica se ha visto muy deteriorada por la pandemia aunque antes quizás ya tenía carencias. Ahora mismo es un sistema muy colapsado. Está claro que faltan especialistas. Hay muchos pacientes por cada médico. En España tenía muy poco tiempo para ver a cada paciente, teniendo en cuenta que los pacientes de neurología que vienen a consultas son muy complejos, con limitaciones de movilidad en muchos casos. El tiempo para ver a cada uno de ellos con calidad era insuficiente. Así se hace difícil poder dar una buena atención médica. Igualmente, puedo decir que nuestra sanidad tiene buena cobertura en tratamientos caros como quimioterapia y se responde rápido si hay algo urgente. Pero los médicos españoles estamos haciendo lo que podemos y sabiendo que las cosas no se están haciendo como se deberían, porque no tenemos tiempo ni se puede atender bien a los pacientes con esos tiempos por consulta. En el sistema sanitario francés –al menos por lo que estoy viendo durante mi estancia en Lyon– la lista de espera es muy corta, los médicos no están saturados, no tienen esas consultas horribles –y lo digo por el elevado número de pacientes que hay que atender en poquísimo tiempo– sino que son mucho más acordes, con media hora por paciente o incluso de una hora si hace falta aumentar porque se trata de pacientes complejos. Al final eso lleva a que el médico y el personal sanitario pueda atender mejor, porque está menos estresado, menos sobrecargado, se favorece una mayor ayuda entre los profesionales y el trato al paciente es mejor.

-Volviendo al grupo de estudio que va a coordinar en España durante los próximos dos años, ¿qué proyectos u objetivos se plantea?

-Uno de los retos que nos gustaría llevar a cabo sería poder colaborar con otras asociaciones científicas, tanto nacionales como internacionales, porque eso ayuda a que haya mejor formación y más visibilidad de grupo. Por supuesto, colaborar con otros grupos de estudio pero también con asociaciones europeas –por ejemplo, la francesa– porque eso va a hacer que podamos tener una mejor formación, que podamos traer a España cursos, ponencias... Es cierto que coordinar el grupo de estudio desde fuera de España puede verse como un inconveniente, pero también, en este sentido, formar parte del grupo francés y del comité europeo favorece que haya más contactos, que por ejemplo podamos llevar a gente al congreso español de neurología, que podamos organizar charlas de especialistas con proyección internacional... Eso lleva a que haya más interés de los neurólogos en esta área y esto lleva al final a mejorar el diagnóstico y el trato con el paciente. Otro proyecto sería aumentar los cursos que se dan a los residentes de neurología. Sí que es verdad que la Sociedad Española de Neurología tiene cursos de diferentes subespecialidades (cefaleas, párkinson, demencia...) pero no hay un curso de neurooncología para residentes. Y, claro, yo opino que difícilmente nos puede gustar lo que no conocemos. Así que la idea es mejorar la formación y de esta forma romper esa barrera.

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