San Fernando homenajea a Camarón por el 28 aniversario de su muerte. Han sido dos días de conciertos atípicos por las condiciones en las que se han celebrado, pero que sin duda los ciudadanos han disfrutado.

De dos en dos, de tres en tres. la Plaza del Rey y la Plaza de la Iglesia han sido escenario de esta nueva normalidad que vive la sociedad por el coronavirus con las sillas repartidas para mantener la distancia de seguridad exigida. Gente con mascarilla o sin ella, pero sin estar junto a otros isleños, solo con familiares o algún amigo para disfrutar de la propuesta flamenca de estas dos jornadas.

El jueves eran Virginia Vélez y Marisa Sainz las que subían al escenarios su arte para el baile flamenco, mientras Trini de La Isla ponía el cante junto a la Iglesia Mayor. Ayer viernes, fue el turno de Caty Ocaña y Carol Castilla en el inicio de la cita flamenca. Pasadas las nueve de la noche era Paula Moreno la que deleitaba al público con su taconeo, movimiento de manos y poses. Había calentado el ambiente durante unos minutos Selu del Puerto al cante, junto a Juan Manuel Fernández a la guitarra y Álvaro Lamela a la percusión. Después acompañarían a la joven bailaora.

Mientras tanto Jesús Castilla probaba el equipo de sonido junto a los suyos en el escenario de la Plaza de la Iglesia, mientras el público ocupaba las sillas también colocadas con separación. Era un adelanto de lo que más tarde se encontrarían los asistentes en el espectáculo Viviré de la Leyenda que ponía sobre las tablas, con un público seguro que entregado tanto sentado como de pie.