El Rey Juan Carlos ha celebrado su 86 cumpleaños con una ostentosa fiesta en la isla Zaya Nurai, en Abu Dabi. El evento contó con la presencia de hasta 100 invitados, incluyendo a sus dos hijas, la Infanta Elena y la Infanta Cristina, quienes viajaron acompañadas de sus respectivos hijos. Sin embargo, el regreso a España no estuvo exento de polémicas, siendo Victoria Federica la protagonista de un altercado durante el vuelo.

Según ha informado TardeAR, las Infantas Elena y Cristina regresaron a España en la clase business del avión, mientras que sus hijas, Victoria Federica e Irene Urdangarin, lo hicieron en clase turista en compañía de dos guardaespaldas. Durante el vuelo, de aproximadamente 7 horas y 50 minutos, se produjo un incidente cuando las dos primas decidieron levantarse al cuarto de baño juntas escasos minutos antes de que se sirviera la cena.

Juan Carlos I junto a su familia

El inconveniente surgió porque en ese momento los carros de la tripulación estaban ubicados en los pasillos, listos para comenzar a distribuir la comida. Ante esta situación, la tripulación no dudó en advertir a las jóvenes que no era el mejor momento para levantarse de sus asientos. Victoria Federica, conocida por su carácter fuerte, expresó su descontento ante la reprimenda de la tripulación, mientras su prima Irene Urdangarin permanecía en silencio.

La influencer no dudó en hacer saber a las azafatas que no le parecía apropiado recibir una llamada de atención por realizar una acción tan común como ir al baño durante un vuelo de larga duración. La situación se volvió tensa, dejando en evidencia las diferencias de trato entre los miembros de la realeza y el común de los pasajeros.

Este incidente se suma a una serie de episodios polémicos protagonizados por Victoria Federica en el pasado. La joven, conocida por su vida social mediática, parece no escapar de la controversia incluso en eventos familiares. La reacción de la tripulación en este vuelo pone de manifiesto que, a pesar de la posición real, las normas de comportamiento deben ser respetadas por todos los pasajeros, independientemente de su estatus social.