La aristocracia y la farándula se cruzan en una trama que ha dado de qué hablar en los últimos días. La protagonista es Victoria Federica, una de las integrantes de la familia real española, que se ha visto envuelta en un inesperado embrollo mediático tras la publicación de una portada en la famosa revista Fearless. La joven royal decidió rechazar una gran oferta económica relacionada con el mundo de la moda y la influencia, todo con el fin de evitar cualquier tipo de conflicto o escándalo que pudiera afectar a la Casa Real.

El revuelo comenzó cuando la revista Fearless planeó una portada especial en homenaje al torero Andrés Roca Rey, quien goza de gran popularidad en España, más allá de sus hazañas en el ruedo. La idea de la revista era reunir a Roca Rey con dos de sus buenos amigos influencers: María G. de Jaime y Tomás Páramo, con quienes mantiene una estrecha amistad. Sin embargo, lo que parecía un proyecto amistoso y divertido se convirtió en un asunto controvertido.

Nacho Gay destapó el verdadero motivo del enfado en 'Y ahora Sonsoles'

La sorpresa y la controversia surgieron cuando Victoria Federica se enteró de que su imagen también formaría parte de la portada, sin su consentimiento previo. La decisión de incluirla en la portada fue tomada por la revista sin consultar con la joven royal ni con su equipo de representación.

Ante esta situación, la agencia de representación de Victoria Federica solicitó a la revista una compensación económica de 30.000 euros por el uso no autorizado de su imagen. El director de Fearless explicó que la inclusión de Victoria en la portada no fue solicitada por ellos, sino que surgió debido a la intervención de una amiga en común.

Sin embargo, el conflicto no se limita únicamente a cuestiones económicas. Según declaraciones de Nacho Gay, director de Vanitatis, el motivo real del enfado de Victoria Federica va más allá del dinero. Se argumenta que la joven estaba preocupada por el impacto mediático que podría tener su aparición en una portada justo en un momento relevante para la princesa Leonor, su prima. Victoria Federica no quería robarle protagonismo a la Princesa en los días importantes de su vida, evitando así cualquier polémica que pudiera afectar a la familia real.