La ruptura de Tamara Falcó e Íñigo Onieva ha marcado un antes y un después en la vida de la marquesa. La hija de Isabel Preysler ha roto con el empresario tras la publicación de un vídeo comprometido en el que aparece Onieva besándose con otra mujer en un festival de música. Ahora, han trascendido nuevos detalles de la separación, con una gran discusión como cumbre de todo. 

Fuentes de El Español aseguran que "tuvieron sus más y sus menos tras la boda. Sobre todo por la mentira. Esa es la traición que ella ve". Al parecer, fue el pasado viernes por la noche, un día después de anunciar que se casaban, cuando, al regresar a casa de una boda, Íñigo confesó a Tamara que le había puesto los cuernos. "Le pidió perdón un montón de veces llorando y muy arrepentido", asegura la citada fuente.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva atienden a los medios

Al día siguiente, en la mañana del sábado 24 de septiembre, Falcó dejó a Onieva en persona, le bloqueó en WhatsApp y se fue de la casa compartida. En estos momentos la marquesa vive con su madre, Isabel Preysler, en la casa familiar, ubicada en la urbanización Puerta de Hierro, a pocos metros del ático donde se mantiene Onieva.

Una de las primeras reacciones a la confesión fue eliminar el post donde anunciaban su enlace nupcial, uno de los gestos que marcó públicamente la separación. Según señala el citado medio, ese mismo día Tamara fue informada de "otros besos". Esto se suma a "otras advertencias" que ha tenido la marquesa durante los dos años que ha durado su noviazgo con el madrileño.

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En estos momentos, Tamara estaría desolada pero, sobre todo, "humillada". La hija de Carlos Falcó habría lanzado un ultimátum a Íñigo para que haga las maletas y abandone el hogar que compartían en Madrid. La casa, que ha costado 1.516.000 euros, tiene cuatro dormitorios, tres baños y una superficie de casi 189 metros cuadrados.

"Cuando entré aluciné porque es mucho más bonito de lo que me podría haber imaginado y la verdad es que es muy emocionante", aseguró Tamara en su documental en Netflix. "He comprado este ático porque la arquitectura, el diseño y la calidad están pensados hasta el último detalle", añadió en su perfil de Instagram. Una casa que ahora le recordará a la tormentosa relación con su ya expareja Íñigo Onieva.