cuchillo sin filo

Francisco Correal

Un toro en bicicleta

ES un reloj que nunca falla. En julio siempre hay gente corriendo delante de los toros o detrás de los ciclistas. Un hombre subido a una bicicleta es un minotauro al que persiguen por valles y montañas un centenar largo de biciclos, sierpes que caminan sobre manillares y pedales, cíclopes que miccionan como sílfides y se alimentan como astronautas. La metáfora perfecta de ambos julios era Miguel Indurain. Un navarro que cambió los sanfermines por los Dolomitas. El tiempo es un toro en bicicleta que cuando menos te lo esperas te coge en la curva del almanaque.

"Las fechas no son números", escribe Luis García Montero en un poema autobiográfico titulado 1958. El Tour de Francia es la única demostración empírica de que Luxemburgo existe. Un respeto. Las fechas se numeran y desnumeran, se encuadernan y desencuadernan. Había Tour aquel día de San Fermín de 1989 y como hubo sanfermines algún invitado, como Atín Aya, faltó a nuestra boda por su compromiso pamplonica. Ayer se cumplieron 22 años del enlace. María José, la novia, lleva tantos años casada como soltera. Lo peor es que lleva tantos años de matrimonio sin su madre que los que once que se llevó con Pilar como faro y referencia de sus querencias. Las fechas no son números, porque forman una simetría más propia del soneto que del álgebra.

La vida de María José, la madre de mis hijos, se divide en cuatro periodos de once años. Cuando transcurrió el primero, yo empezaba el servicio militar, convocado a filas precisamente un día de San Fermín de 1978. Ese verano castrense murieron dos papas, Montini y Luciani, los últimos pontífices italianos. Hace 26 años que un francés no gana el Tour de Francia, hace 33 años (múltiplo de los once años en los que he dividido la vida exagerada de mi novia) que un italiano no gana en el Vaticano el sermón de la Montaña. Tantos años de soltera como de casada, tan suya como mía, "más años de permanencia en Francia que en España, inicia Juan Goytisolo Señas de identidad, aunque no se refería al Tour que en la etapa del 4 de julio ganó un norteamericano.

Toros en bicicleta. El logotipo lo asocio con José María Requena, mi primer director de periódico, que fue cronista de la Vuelta Ciclista a España y ganó el Nadal con una novela taurina titulada El cuajarón. Mi paseíllo lo hago con tres nombres que murieron el segundo día de julio de distintos años: Hemingway, Nabokov y Camarón de la Isla. Las fechas no son números: 1961, 1977, 1992. Un americano español, un ruso americano y el gitano de Venta Vargas en duelo de Lolitas y albricias de bulerías.

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