Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Anatomía de un bostezo
HAY cosas que pasan de moda, proverbios, sentencias y refranes que han quedado en desuso con el paso del tiempo. Las cosas cambian y con ella muchos dichos populares, aunque hay algunos que nunca han tenido sentido. Aquello de que, "en martes ni te cases ni te embarques", la verdad es que jamás han gozado de significado, ni otros tantos por el estilo. Refranes como: "en abril aguas mil" no cabe duda de que con el cambio climático ha quedado sin efecto. Otros de carácter machista han quedado, felizmente, enterrados para siempre.
Pero estaremos de acuerdo en que la mayoría de estas máximas son verdades como puños: "el tiempo todo lo cura", "en el pecado lleva la penitencia", "más vale malo conocido, que bueno por conocer" y un reguero de proverbios que son el fruto de la experiencia popular y que recoge con mucho acierto el famoso refranero español, del que me confieso un enamorado.
Una de las frases que ha quedado inutilizada y devaluada es la famosa cuesta de enero que se hizo muy popular años atrás y que gracias a la sarta de bandidos, trileros y corruptos que nos han gobernado año tras año, ha quedado sin fuerza alguna. Hasta no hace mucho era frecuente echar mano de ella y se decía: "hay que prepararse para la cuesta de enero", o "ojú la que nos espera con la dichosa cuesta de enero". En relación a los gastos que ocasiona La Navidad, Año Nuevo y Reyes. Hoy día es difícil escuchar esa expresión, ya que la cuesta para los españoles es tan empinada que abarca prácticamente de enero a diciembre.
Creo que hay poco que discutir en que con 641,40 euros al mes, que es el salario mínimo interprofesional fijado por el nuevo gobierno, no puede vivir una persona y menos una familia. Por supuesto ni hablar de la ayuda de 400 euros para los parados que agotaron la prestación por desempleo. Una limosna bien camuflada. Para todos ellos la cuesta de enero no se notará. Si seguimos con los cambios y la ruta planificada por la organización para esta dura Vuelta Ciclista a España 2012, nos encontraremos con puertos de primera categoría y especiales. Como la subida del IRPF y la congelación del salario para los funcionarios, que anula la cínica subida del 1% para los pensionistas que también se verán afectados en su poder adquisitivo y la amenaza de subida del IVA para marzo. Este es sólo el principio de las reformas.
Tampoco faltarán las subidas del gas, de los peajes, de los transportes públicos y muchos elementos básicos. En fin, muchos cambios. Perdón: reformas, que me he equivocado otra vez. Y si algunos refranes, proverbios y demás han quedado nulos, hagamos buena la letrilla satírica que compuso Francisco de Quevedo, famoso escritor español del llamado Siglo de Oro: "Pues amarga la verdad", que dice entre otras cosas: "pues amarga la verdad, quiero echarla de la boca; y si al alma su hiel toca esconderla es necedad. Sépase, pues, libertad ha engendrado en mi pereza: la pobreza. ¿Quién hace al tuerto galán y prudente al sin consejo? ¿Quién al avariento viejo le sirve de Río Jordán? ¿Quién hace de piedras pan, sin ser el Dios verdadero?: el dinero. ¿Quién con su fiereza espanta el Cetro y Corona al Rey? ¿Quién, careciendo de ley, merece nombre de santa? ¿Quién con la humildad levanta a los cielos la cabeza?: la pobreza. Totalmente vigente después de más de cuatro siglos. Mucho tiempo y pocos cambios. En 2012 el pobre será más pobre y el rico más rico. Las reformas son las reformas y quien no las entienda ni es solidario, ni patriota, ni español.
También te puede interesar
Lo último