Con la venia

fERNANDO / SANTIAGO

Habrá que poner la lavadora

HASTA la concejala Romay se arrepiente de lo que en una asamblea del círculo vicioso de Podemos llamó temas chungos, los asuntos que hacen que una ciudad funcione y al fin y a la postre(signifique esto lo que signifique, que diría Millás) lo que le da de comer, lo que ha permitido que por primera vez en su vida tenga un salario, esta vez con cargo a los presupuestos municipales como parte de las élites extractivas de rentas que tanto criticó su partido. Se ve que el activismo social del que decía provenir lo deja para otras actividades porque para trabajar por la ciudad y por sus vecinos precisa de 2.000 eurazos todos los meses. Si entonces explicaba la portentosa concejala de juventud y deporte(como Pérez Peralta, como Jorge Moreno, como Vicente Sánchez) que ellos se iban a dedicar a parar desahucios y a que los niños coman, porque el resto de asuntos no merecen mucha atención, ahora no le queda más remedio que preocuparse si la portería del Complejo está en buen estado porque los usuarios del campo de fútbol precisan de la instalación y la Liga de Veteranos no se puede parar. Ejemplo paradigmático de que la ciudad funciona gracias a los temas chungos, a todo ese conjunto de asuntos del que se ocupan los funcionarios pero que precisan del impulso de la Corporación, precisamente lo que no le resultaba interesente a Romay. No han conseguido parar los dos desahucios que han intentado y continuaron con los programas de seguridad alimentaria que ya estaban en marcha. Una auténtica revolución que ríase usted de la bolivariana o la de los barbudos de la Sierra Maestra. La ciudad precisa que alguien levante la baraja cada día: hay que limpiar las calles, recoger las basuras, las farolas tienen que encenderse, los jardines tienen que arreglarse, la luz y el agua tienen que llegar a los hogares, los expedientes administrativos tienen que tramitarse, hay que dar licencias de obras y licencias de aperturas , Habrá que podar los árboles cuando corresponda, habrá que limpiar la playa, preparar el carnaval o la Semana Santa. Esos son los temas chungos, los que no le gustan a Romay, aquello que tan solo parecen interesar al pobre de David Navarro. El alcalde está de cartero del cambio, dedicado a las cosas que le interesan: el descubrimiento de América, la crisis griega o las elecciones generales. El resto queda para los funcionarios y los vecinos. Como cantaba el difunto Krahe "no todo va a ser follar, habrá que poner la lavadora".

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