Localismos del Área Metropolitana

Ya apenas se habla del Área Metropolitana de la Bahía de Cádiz, aunque la mancomunidad al parecer sigue existiendo. Ya no es como hace 25 años, cuando se hablaba y se escribía mucho de la Gran Ciudad de la Bahía, que se iba a formar con 700.000 habitantes, uniendo a los municipios de Cádiz y Jerez con su entorno de San Fernando, El Puerto de Santa María, Puerto Real, Chiclana y Rota, que están todos a poca distancia entre sí, y hasta se les pudiera unir, ya puestos, Sanlúcar de Barrameda y Chipiona; o incluso Arcos y Medina Sidonia, y Vejer y Conil, aunque entonces nos meteríamos en lo que se denomina La Janda. En fin que esta provincia es muy rara. Todo está cerca, pero lejos. Metropolitano nos suena al Atlético de Madrid.

Sin embargo, hace menos de un mes tuvimos una excepción, que nos demuestra el carácter metropolitano de la Bahía. Las motos de la Motorada son metropolitanas. No hay nada que haga tanto por la metrópolis de la Bahía como las motos. Ni el cementerio de Chiclana, ni nada. En teoría, los motoristas son personas que acudían al Circuito de Jerez, pero se pasearon por toda la provincia.

Y así se ve la realidad de las distancias, distorsionadas por las visiones catetas de los localismos. Una moto que llegaba para la Motorada se paseaba lo mismo por Jerez que por El Puerto que llegando hasta Cádiz capital, o a cualquier lugar de ese entorno. De un municipio a otro con normalidad. Y como circulan a toda leche, y se les hace la vista gorda (o eso parece), llegaban en un periquete. Y así nos dejaron un mensaje: esos municipios, en una gran ciudad, serían cono barrios.

En otros países, como EEUU o China, por citar los más poderosos, lo que en la Bahía se considera un municipio sería un suburbio. Núcleos urbanos, que están separados, pero próximos, con distancias que se recorren en pocos minutos. No se puede ir fácilmente andando. Pero las motos llegan en pocos minutos. Con lo cual también se aprecia que la separación depende del transporte. Cuando es eficiente, no hay problemas para desplazarse en poco tiempo.

La imposibilidad de articular un área metropolitana para funcionar como la Gran Ciudad de la Bahía sólo tiene un motivo: la política. A la política local no le interesa asumir esa realidad. Los ayuntamientos serían como entidades locales de barrio, si de verdad existiera una Gran Ciudad, con una Corporación Supramunicipal común, y con capacidad ejecutiva.

Por ese interés localista, la provincia desaprovecha su potencial de habitantes.