Lo que el tiempo se llevó

Melchor Mateo

La jaula que nunca llegó a abrirse

Luis Quintero levantó en la plaza de la Constitución, frente a la Delegación de Hacienda, el monumento a la Constitución de 1978, que popularmente fue el pájaro-jaula. pájaro jaula Luis Quintero levantó en la plaza de la Constitución, frente a la Delegación de Hacienda, el monumento a la Constitución de 1978, que popularmente fue el pájaro-jaula.

EL monumento a la Constitución vigente de 1978 no pasó desapercibido desde su inicio. El diseño atrevido del escultor Luis Quintero dio lugar a todo tipo de opiniones, muchas de ellas críticas.

El pájaro, símbolo de libertad, se incrusta en una especie de jaula, en alusión a la opresión que la Carta Magna erradica de su texto. Luis Quintero decía en la inauguración que cuando le encargan una obra sobre la libertad "trabajo con elementos contrarios. Así la idea del pájaro representa la libertad infinita, sin límite, y la jaula simboliza la falta de ella, la opresión. La cola, además, simboliza la escalera hasta recorrer esa preciada libertad".

El pájaro-jaula continúa en el mismo lugar cinco años después enfrentándose a sus grandes enemigos, los elementos atmosféricos que hacen que de vez en cuando tenga que ser sometido a una operación de limpieza a fondo por el óxido que acumula, sobre todo en las garras.

Sin embargo, lo que trae la escultura a esta sección es el proyecto de los sms solidarios. Quintero ideó que la gente desde cualquier parte del mundo pudiera mandar un mensaje telefónico y el dinero que se recaudara se entregaría a una organización humanitaria. Cada vez que llegara un mensaje relacionado con la libertad el pájaro jaula tenía un mecanismo que se abría.

Luis Quintero recuerda estos días que se llegó a hablar con un par de operadoras telefónicas para que dieran gratis el servicio, es decir, que el dinero que se supone que se tendría que recaudar por los mensajes, pasara a la organización humanitaria, que en principio iba a ser Amnistía Internacional, con la que también se entró en contacto.

Sin embargo, ninguna de las compañías telefónicas quiso participar por aquello de la gratuidad del servicio, de modo que el proyecto quedó guardado en el cajón del olvido.

Como asegura el propio Quintero, "la idea tenía algo de romántica", pero en este caso topó con la dura realidad mercantilista y el pájaro-jaula nunca llegó a abrirse.

Luis Quintero tiene otra escultura relacionada con la libertad, en este caso la de prensa, en la Glorieta de los Periodistas con el candado, trabajo que fue encargado por la Asociación de la Prensa de Cádiz.

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