La esquina
José Aguilar
Yolanda no se va, se queda
LOS que llevamos acumulados en nuestra memoria el chimpun de muchas bodas, homenajes y demás saraos, sabemos que, para bailar la salsa, se necesita una poca de gracia y otra cosita, según la versión más ortodoxa. Para bailar la conga sin embargo, apenas hace falta nada. Dejar que la fiesta avance y que haya un bailongo inasequible al desaliento en la pista. De repente, al son de la conga de Jalisco ahí viene caminando, nuestro bailongo, algo chispita, montará un tren humano sin rumbo cierto y a punto del descarrilamiento, hasta que la gente se vaya aburriendo y lo dejen solo como a las locomotoras antiguas. Para bailar la conga que, más que baile, es desfile, no se puede tener miedo al ridículo, hay que estar alegre y ser un poco antiguo. La gente joven es más de coreografías infantiloides.
Artur Mas ha montado en Cataluña una conga, como aquellas que montaba Jep Gambardella en su ático frente al coliseo de Roma en la película "La Gran Belleza". Una conga sobre la que el propio Jep, rey de los mundanos, decía de manera sarcástica que es el mejor trenecito del mundo porque no lleva a ninguna parte. Mas, como Jep, no sólo quiere participar en las fiestas, quiere tener el poder de hacerlas fracasar. En ello está.
Mas continúa con su conga independentista y cansina pero ya nadie le sigue. Albert Rivera no para de decirle a la orquesta que se deje de congas y que toque Paquito el Chocolatero que es muy español y verbenero, pero, claro, la orquesta está a las órdenes del anfitrión. Miquel Iceta, con pinta de pagafantas, baila sin parar lo que le toquen porque él es muy animado y quiere ligar a toda costa. Rajoy, pobre mío, ya sabéis que es muy responsable y un poquito esaborío y, aunque no se atreve a decir aquello de la fiesta terminó, hace tiempo que sueña con poder llegar a su casa y ponerse en zapatillas. No es hombre de juerga. Hay una mujer muy fea, con un flequillo horroroso y pinta dinamitera, que amenaza con despedir a los camareros y clausurar la fiesta. En fin, una jaula de pájaros exóticos.
España lleva un vestido vintage de alta costura, modelo Constitución lo llaman, que unos consideran de corte impecable y otros pasado de moda. Ha adoptado, como las mujeres a las que no sacan a bailar, un aire ausente y distraído.
Gambardella descubrió una noche de juerga que no podía perder el tiempo en hacer cosas que no quería hacer. ¿Cuánto tardará en descubrirlo Mas?
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