Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Turismo compasivo

Ahora la moda, tanto en la izquierda como en la derecha, es coger el coche y colarse en la frontera para llevar tiestos

Hubo un concejal comunista del Ayuntamiento de Cádiz, bombero de profesióN, que fue a Cuba pagado con dinero público. Al llegar le pidió a sus anfitriones que le organizasen un día para ir a cortar caña de azúcar: duró 15 minutos con el machete en la mano, la falta de costumbre. Les pasa a muchos que no soportan vivir en un lugar del mundo donde la democracia y el bienestar son la base sobre la que se sustenta la sociedad, así que se ofrecen a todo tipo de excursiones solidarias con las que sofocar su mala conciencia. Algunos se van a Palestina, otros iban a Cuba, cantidad han ido a los campamentos saharauis. Yo siempre pensé si no era mejor mandarles el dinero a los pobres que viven en la Hamada entre penurias desde hace 50 años en lugar de ir a darles unas palmaditas en la espalda, unos cuantos discursos solidarios muy encendidos, y vuelta a la buena vida del hogar. Es más útil lavar la mala conciencia con dinero que con excursiones donde grupos de concejalitos de pueblo y militantes de izquierda se hacen fotos en el aeropuerto o en la Wilaya correspondiente con las presumir en las redes sociales. Turismo revolucionario casi siempre pagado con dinero público.

Ahora la moda, tanto en la izquierda como en la derecha, es coger el coche y colarse en la frontera de Ucrania para llevar tiestos recogido previamente. No hay entidad que se precie que no haya organizado una recogida de alimentos, ropa y enseres para los ucranianos. El trabajo es ímprobo: una nave donde recopilar las cosas, gente para clasificarlas, vehículos para llevarlas, alguien en destino con capacidad para distribuirlas. Muchos ven el cielo abierto para desprenderse de tiestos que ocupaban espacio en sus casas , así cumplían el doble objetivo de deshacerse de lo que no necesitaban y posar en las redes sociales como persona solidaria con los pobres ucranianos atacados por un genocida sin escrúpulos. Están los que recogen refugiados en la frontera y se los traen sin saber dónde va a alojarlos y en qué condiciones. Turismo compasivo.

Es mucho mejor aportar dinero a las ONG que están sobre el terreno con años de experiencia en atender a refugiados y socorrer víctimas de guerras o catástrofes. De la misma manera es preferible ofrecer el alojamiento a los Ayuntamientos y ONGs para que evalúen si las condiciones en las que se pretende dar cobijo a los refugiados reúnen un mínimo de confort, eso por no hablar de la necesidad de tramitar tarjetas sanitarias y escolarizar a los niños. Ese voluntarismo fruto de la mala conciencia es mejor encauzarlo con dinero a través de quienes saben. El resto es postureo y mala conciencia .Las imágenes que cada día nos muestra la televisión han hecho estragos.

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