Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Tardeo

El fútbol y la política contribuyen al mal uso del idioma. Bastaver las redes sociales de los concejales del equipo de gobierno

La lengua es de los hablantes, por más que se empeñen los políticos en el desdoblamiento del género gramatical de las palabras. Ni ellos mismos lo utilizan en su vida cotidiana. Ni la Academia ni los filólogos ni los escritores, los hablantes son los que terminan por decidir qué palabras se incorporan al idioma y cuáles caen en desuso. El fútbol es paradigmático: antes se decía referee, trencilla, stopper, orsay, tirar un friki y tantas otras palabras que han decaído con el tiempo. Ahora todos dicen entreno en lugar de entrenamiento, alargue en lugar de prolongación, pelota parada en lugar de balón parado, cancha en lugar de terreno de juego , así un largo etcétera. Por más que se empeñen los políticos, nadie dice en su casa “nicho de oportunidad”, “hoja de ruta” o “líneas rojas”, por no repetir la gilipollez de “todos y todas”, “vecinos y vecinas” con el resto de frases hechas. Ahora vamos a tener un aluvión de “plurinacional”, cuando ni siquiera sabemos con exactitud qué es una nación. El fútbol y la política contribuyen al mal uso del idioma. Baste ver las redes sociales de los concejales del equipo de gobierno, que la mayoría no saben ni poner una tilde. Destaca en eso el concejal de Educación, que además es maestro en San Fernando. Cabe pensar cómo saldrán sus alumnos si ni su profesor sabe escribir. Hace años se usaban palabras como carroza o cheli, ahora han desaparecido del uso corriente. Antes se decía trasnochar, incluso hubo una chirigota que eran ‘Los trasnochadores’ . De un tiempo a esta parte se impone la palabra tardeo en relación a quienes tienen la costumbre de quedarse hasta altas horas de la madrugada e, incluso, hasta ver amanecer, tras una noche de juerga. La diferencia entre temprano y tarde suele ser ambigua. Me levanto a las 6, abro la ventana de mi cuarto y oigo a los chavales que vuelven de su fiesta. Para muchos lo que yo hago es tempranero, ellos dirán que están de tardeo. Digo más: los sábados a las ocho de la mañana tomamos café en El Artesano camino del partido de fútbol y a esa hora vienen de vuelta muchos chavales que han pasado la noche en la Punta. Algunos se toman una tostada para bajar los efectos del alcohol mientras guardias civiles, Policía Portuaria y estibadores toman un café. El otro día incluso había una pareja heterosexual dale que te pego en plena calle Honduras. Supongo que para ellos era el fin de fiesta mientras yo iba a recoger a un colega que llevo a los partidos. Esto debe ser lo que ellos llaman tardeo. Ya determinó Einstein que el tiempo es elástico, como la magdalena de Proust. Qué tiempos aquellos en que en La Bella Sirena se cruzaban los que iban al astillero con los que volvían de marcha, otra palabra olvidada.

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