Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Qué bostezo
QUE Cádiz ha sido siempre una ciudad culta y educada, en la que sus naturales han practicado las bellas artes, está fuera de toda duda. Por eso, parece muy oportuno el recordatorio que hace la Delegación de Cultura, de los pintores gaditanos, en el periodo 1.898 a 1.936, mediante la exposición de 16 de sus cuadros, en el Museo Provincial de la Plaza de Mina. La muestra no es grande, pero adecuada, porque esos cuadros se pueden disfrutar, uno por uno, sin el empacho que provocan las grandes exposiciones y, como permanecerá abierta hasta el 26 de Junio, hay tiempo más que suficiente para que pueda ser visitada por todos, gaditanos o no, de buena voluntad. El periodo elegido para la muestra refleja una época que deja atrás el esplendor pasado de una gran ciudad, para convertirse en una pequeña ciudad de provincias.
Allí hay cuadros de Gessa (cuyo biznieto fue compañero mío en el colegio de San Felipe), Morillo o Salvador Viniegra y los más innovadores como fueron Godoy y Felipe Abarzuza. Quizás este el más conocido de todos por haber pintado los frescos del Teatro Falla y en las largas sesiones del concurso del carnaval, cuando son tediosas, todas las miradas se van al cielo y contemplan la "alegoría del Paraíso". Figuran también Francisco Prieto y Manuel López Gil, a los que algunos hemos alcanzado a conocer, uno sentado en el Casino Mercantil de la calle Ancha, otro en su estudio cerca de San Lorenzo. Como la exposición se limita a los fondos propios del museo, faltan otros pintores de la época que refleja la exposición, como son Rafael Argeles, algecireño, medalla de Bellas Artes en 1912, el prolífico jerezano Montenegro, arrumbador en la Bodega Díez, el portuense Juan Lara, o el acuarelista Gustavo Bacarisas, de Gibraltar, que también son gaditanos.
Todos estos artistas han hecho posible una saga de buenos pintores gaditanos que a Dios gracias no se agotan. Hoy el de más actualidad y renombre debe ser Hernán Cortes, que estrenó conmigo su primer encargo profesional, para la que fue Galería de Presidentes de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cádiz, cuadro, hoy, sin paradero conocido. Aguila, Carmen Bustamante, Luis Gómez, Ezequiel y Benjamín, hijos de Lopez Gil, J.M. Paredes, Delfín, Costus, Cherbuy, Cruz, Pérez Villalta y otros muchos, demuestran que la luz de Cádiz, reflejo del sol sobre el mar es escuela de buenos pintores. El verso que Benítez Carrasco dedicó a Juan Lara "¿de qué cartera de luna?// ¿de qué bolsillo de sol?// sacaste el claro milagro// de esa luz y este color" se puede hacer extensivo a todos los pintores gaditanos.
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