Obras son amores y no buenas razones

TENGO el honor de ser el teniente de alcaldesa de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz en plena celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812. He tenido el placer y el honor de disfrutar del trabajo previo, de buscar el apoyo de otros países y ser partícipe en la implicación de artistas, compañías, técnicos, y como no… de la alcaldesa de esta ciudad, Teófila Martínez. Son infinidad de reuniones a las que he asistido y donde he participado para aportar todo lo que he podido para conseguir que Cádiz brillara con luz propia en este Bicentenario. Son años de trabajo donde hemos insistido en la necesidad de que tendríamos que contar con la colaboración de otras administraciones para poder sacar adelante esta cita histórica, tan importante para el desarrollo local a nivel económico y cultural.

De ahí, que la alcaldesa propusiera en su día la creación de un ente, donde con el Estado como principal valedor, los proyectos y actuaciones salieran adelante. Una propuesta que llevó a cabo la que fuera ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega, pero que fue a su vez sufridora de los continuos altibajos del equipo de Rodríguez Zapatero, provocando cambios en sus cabezas visibles que no han favorecido para la puesta en marcha de proyectos tan importantes como es el Castillo de San Sebastián.

Pero aun así este equipo de Gobierno ha ido de la mano en todo momento del resto de administraciones aportando todo lo que tenía (su personal técnico, su presupuesto y sus representantes políticos) para conseguir acciones tan importantes como la exposición del Señor de Sipán o la celebración de la Gran Regata, entre otras acciones.

No obstante por el camino nos hemos encontrado varios obstáculos que llegaban casi siempre de la mano de la Junta de Andalucía. Nunca hemos tenido el apoyo de esta Administración para que, con su maquinaria, Cádiz se viera aún más favorecido en la celebración de la conmemoración del Bicentenario.

La Delegación Provincial de Cultura, y por ende la Consejería, lleva varios años dando la espalda a la ciudad, convirtiendo la gestión de estos asuntos en meros bastiones políticos, que lo único que buscaban era impedir que la programación cultural o que las iniciativas municipales salieran adelante.

Claro ejemplo de ello es la falta de inversión desde hace dos años en la Muestra Cinematográfica de Alcances, que cumple 44 años, y que parece que no va a contar si quiera con el premio que ofrecía la Junta al mejor corto. Pasaron de aportar 40.000 euros a dejar el marcador a cero. No es de recibo que la Junta no dé a Cádiz la misma oportunidad que a otras capitales de provincia. No es de recibo que abandonen el Festival de Cine decano a nivel andaluz. No es de recibo que en el año del Bicentenario no aporten a Alcances y aún no sepamos si aportarán al Festival Iberoamericano de Teatro, donde pasaron de poner 72.000 a 42.320 euros. Además, la aportación del pasado año aún está en la Consejería de Hacienda, sin haber llegado al Ayuntamiento. Y a pesar de que llevamos a Pleno municipal el año pasado una propuesta insistiendo en la participación de la Junta en ambos eventos, en la última reunión del Patronato del FIT aún no sabían qué iban a dar.

Pero no sólo en estas dos programaciones. No es de recibo que no quieran participar en la Fundación de Chano Lobato o en la de la Casa Museo del Carnaval…

Por lo tanto, obras son amores y no buenas razones, como diría Santa Teresa.

Aún así, tengo la confianza de que la nueva delegada de Cultura sea más consecuente y racional que la que acaba de abandonar el cargo, y que lo único que buscaba era salir en los medios de comunicación aunque fuera dando codazos. Confío que la nueva representante institucional se ponga al día y sepa reconocer que Cádiz se merece la colaboración de todas las administraciones, incluida la Junta de Andalucía, porque la celebración del Bicentenario es ahora y es real… No se puede asegurar una colaboración de cara a la galería, sino que hay que dar fe de ella y saber ponerla en valor. Espero que Alcances o el FIT sean suficiente motivo como para hacer recapacitar el apoyo a la ciudad de Cádiz y a los gaditanos.