El Palillero
José Joaquín León
Navidad de la Esperanza
POR purita casualidad, hace unos días pasé al lado de la Plaza del Ave María y mis ojos contemplaron perplejos el grado de deterioro y abandono en el que se encuentra este lugar de nuestra ciudad. No me puedo creer que nadie del Ayuntamiento no se haya dado cuenta de su estado lamentable y no haya incluido su rehabilitación dentro de algún programa de los puestos en marcha por las distintas administraciones. Sin embargo, después de contemplar la reforma que se efectuado en el Paseo de la Victoria, deben de comprender, que miedo me dé solicitar el arreglo de otro espacio urbano. La verdad es que desde hace varias semanas tenía ganas de escribir sobre lo que se ha hecho ahí, pero he estado esperando por si alguna mente municipal tomaba la sabia decisión de paralizar el destrozo y, de paso, obligar a los responsables a mejorar el proyecto realizado para que de una vez se dignificara y embelleciera como se merece esta zona abandonada desde hace muchos años. Pero mi gozo en un pozo. Nadie ha tomado cartas en el asunto y parece ser que todo quedará igual, es decir, un bodrio digno de una galería de horrores y errores. Por una vez tengo que estar de acuerdo con Luis Suárez, ¡quien me lo iba a decir!.
La recuperación de este Paseo tendría que haber pasado por el visado de Cultura y Patrimonio -y del sentido común- y no haberse tratado como si su pasado no existiera, olvidándose totalmente los redactores del proyecto de lo que este lugar significó hasta los años setenta para la ciudanía. Desde luego, la reforma acometida, que ha contado con un plazo de ejecución de cuatro meses, y ha tenido un presupuesto de algo más de 300.000 euros, es para llorar. Ni los vecinos de la zona ni la ciudad de El Puerto, que ha estado esperando su mejora durante años, se merecen que les tomen el pelo de la manera en que se ha hecho. Y sobre todo es una pena que desde el Ayuntamiento se permitan este tipo de cosas. De nada sirve colocar la palabra sostenibilidad junto a la de medio ambiente si el gobierno local no se preocupa por mejorar y potenciar los espacios verdes urbanos, y deja que se perpetren chapuzas como éstas y que no pase nada. Miedo me da lo que nos irán deparando las mejoras que nos han ido anunciando para nuestras calles y plazas.
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