Su propio afán

enrique / garcía-máiquez

"Ja, ja, ja"

NO hace falta hacer grandes esfuerzos de imaginación para oír las risas de Pablo Iglesias y Carolina Bescansa mientras preparaban el documento que iban a entregar al PSOE con las condiciones para un gobierno de progreso, titulado Un país para la gente. Bases políticas para un gobierno estable y con garantías. Se lo piden todo para ellos. Íñigo Errejón añadiría un último capricho, como el que escribe la carta a las Reyes (con perdón). "Deja que pida, hombre", intercedería Bescansa, "que le hace ilusión, y total…"

Podemos se ha puesto en situación de ganar pase lo que pase. Si Sánchez dice sí, es el gordo de la lotería; y si vamos a nuevas elecciones, será la lotería del gordo. Parten con buenas expectativas y lo peor que les puede pasar es que todo quede igual, con Pedro Sánchez necesitando de nuevo su apoyo. ¡No quiero ni pensar lo que puede ser una tercera ronda de peticiones: éstos se crecen!

Sánchez, negándose en redondo a ni hablar con el PP (y menos ahora, tras sus novedades de corrupción) se lo ha puesto facilísimo. Depende de ellos, y así están, hartándose de pedir por esas boquitas, venga referéndums, y ministerios fetén, y secretarías de Estado, y el CIS, y el BOE, y el CNI. Y el PTH… "¿Oye, eso qué es?" "Ni idea, pero ponlo a ver qué dan". "Ja, ja, ja".

Si uno se fija en la gente ("un país para la gente") que los de Podemos enchufan, asombra la cantidad de ex parejas que contratan a dedo. Por las que tienen o tuvieron, deben de ser unos expertos en rupturas sentimentales, y lo cierto es que esta negociación con el PSOE parece eso, una ruptura preventiva y experta, puesta por delante de la convivencia. Ya se lo están repartiendo todo a lo bestia. Y me acuerdo de aquella noticia de una o uno que tenía que dar a su ex pareja la mitad y sacó una motosierra y cortó el coche por medio. ¿No les suena a lo que se propone hacer Pablo Iglesias con el Estado? Eso sí, quedándose él con la parte mollar.

Si yo fuese socialista, me preocuparía la dignidad del partido. No siendo el caso, me preocupa, no obstante, la ejemplaridad pública. Hay que mostrar a la sociedad que al bullying y al maltrato se les puede plantar cara, si me permiten la analogía.

Aunque a Sánchez todavía le quedará un hilo de esperanza, habida cuenta de lo bien que tratan luego los de Podemos a sus ex. Les buscan unos contratos extupendos [sic]. Tal vez, después de la ruptura, le den un carguito.

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