Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Efebocracia

El PP ha decidido jubilar a Teófila Martínez como candidata a la alcaldía de Cádiz por su edad

La juventud es una enfermedad que se cura con el paso del tiempo. Vivimos en tiempos tan efímeros que todo caduca en un abrir y cerrar de ojos. El PP ha decidido jubilar a Teófila Martínez como candidata a la alcaldía de Cádiz por su edad cuando se da el caso del alcalde y candidato a la alcaldía de Málaga tiene cinco años más que ella , por no hablar de Manuela Carmena o Donald Trump, también mayores que la exalcaldesa. La juventud se ha convertido en una virtud política cosa inexplicable porque lo que denota es inexperiencia. Los 70 años de Teófila han pesado como una losa para que desde Génova se le enseñase la puerta de salida, con el consuelo de que se volverá a presentar al Congreso . En el caso del PP podríamos llamarlo el "síndrome Ciudadanos" : el temor a que un partido de reciente creación liderado por jóvenes termine por ganarle el pulso electoral con la consiguiente pérdida de poder y miles de criaturas que deberían ir a buscarse la vida en cualquier trabajo normal y corriente. El auge de Ciudadanos ha convertido en viejos a todos los del PP, como una foto antigua en sepia. Todo se ve rancio, añejo, viejuno . Sus líderes estáticos y engolados que llevan décadas en la vida pública con sus actitudes, y sus comentarios, todo parece sacado del baúl de la abuela, como de "Ochéntame otra vez" o el NO-DO. Así que el PP procede a colocar en puestos visibles a gente de la generación nacida en los 70 no vaya a ser que se pongan a discutir si son galgos o son podencos y al final se queden a dos velas con los Kennedy por delante. Al menos en la provincia, salvo en San Fernando y Algeciras, van a proceder a una fuerte renovación. Estos días hemos visto a las comitivas del PP visitando cofradías y junto al candidato del partido toda una pléyade de jóvenes adictos a las cámaras y con ganas de comerse el mundo. No he visto a José Manuel Cossi en estas visitas de políticos fervorosos y defensores de las tradiciones pero sí a alguno de Nuevas Generaciones que ya huele a nafatalina antes de llegar a ningún cargo y a todos los acompañantes con expectativas de ser incluidos en una lista y ,si por mano del demonio o de Ciudadanos llegan a gobernar la ciudad, ya se ven ya con su carguete y las prebendas aparejadas: coche oficial, secretaria, móvil, sueldo y los asesores que revolotean en torno a los jefes. Adolfo Vigo(este no tan joven), José María Caro, José Carlos Teruel iban junto a los clásicos que no se resisten a tomar el camino de Teófila, quizás porque volver a una mesa en Unicaja es insoportable .

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