Birkiki tiene la barriga como la cúpula de la Catedral de Cádiz. Eso para los humanos sería un descrédito, en tiempos en los que reina el kiwi y la quinoa, pero en el mundo porcino, Birkiki era más atractivo que una fusión de Richard Gere y Leonardo Dicaprio.

Tiene año y medio. De su padre lo único que sabe es un número y de su madre que le dio de mamar de pequeño, poco más. Los separaron pronto porque Birkiki iba para cochinillo segoviano pero por falta de peso se libró.

Los cochinos tienen fama de tener pocos problemas. La gente se cree que sólo les importa comer y que son capaces de comérselo todo, hasta las papas fritas de los "Macmona" esos en los que le gusta comer a Juanma Macpollo. Birkiki tiene fama de filósofo en su piara. Un día escribió en la pared de la porquera una frase que conmocionó a todos sus congéneres: "Los cochinos y las cochinas somos iguales…al final terminaremos siendo filetitos".

Desde entonces tiene cierta fama en la porquera y más de una cochina en edad atocinada muere por un "oink, oink" suyo. Pero los cochinos de Cádiz hace años que están que trinan y mucha gente no lo sabe. Birkiki es su líder en cochina clandestinidad.

Los cochinos de Cádiz esperaban cada año los Tosantos porque era su día, su Carnaval, cuando salían disfrazados de humanos, de políticos famosos o que le habían metido mano a las carteras, de cantantes de tronío o de hombres rana…cualquiera sabe. Todos el mundo los miraba y, por un día, no era para hacerlos filetitos.

Los cochinos de Cádiz se quejan de competencia desleal, de humanos que se disfrazan en el día en que se disfrazan los cochinos, los pollos de campo, las pijotas y las berenjenas. Se quejan de gente que utilizan calabazas para hacerle boquetes, en vez de echárselas a la berza, que es para lo que están hechas las calabazas. Los cochinos se solidarizan con castañas, almendras y nueces que son vilmente sustituidas por caramelos con más azúcar que una canción de Camilo Sexto. Los cochinos de Cádiz muestran su adhesión a huesos de santo y buñuelos de viento rellenos de trufa y nata y se quejan de tanto "Caravera" asustando por las calles de Cádiz.

Los cochinos de Cádiz están que se suben por las porqueras y tened cuidado porque ya son 50 millones. Según las últimas estadísticas son más que nosotros y "con más peso". Ustedes seguid así, quitándoles protagonismo, robándoles su única festividad…ya veréis cuando llegué el día en que decidan dejarnos sin filetitos…Ese día si que se llenarán las calles de zombies…temblad humanos, como tiembla un buen tocino de papada cuando se bambolea dentro de una pringá.