Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

El cateto digital se enfrenta en su vida a situaciones complicadas que le hacen ver la fragilidad de sus conocimientos. El otro día circulaba por la A4 en dirección a la N27, con intención de acceder a la CA2027 cuando escuché que una de las ruedas de mi coche sonaba como si le hubiera tocado la especial en una máquina tragaperras.

Paré el coche y vi que en una de las ruedas se había clavado un tornillo que era de grande como una pijota de Sanlúcar...pero sin enroscar. Con las lógicas barbaridades que uno dice en estas situaciones en las que suele acordarse de los familiares por parte de madre y padre del que dejó allí el tornillo, me dispuse a cambiar la rueda. Allá fui yo a coger la rueda de repuesto que los de la Volkswagen, que son muy finos, habían camuflado debajo del maletero. En medio de la rueda habían puesto un coquetisimo "kit", que le dicen ahora los finos, con todo lo necesario para realizar la operación. Aquello parecía como un regalo, de lo mono que lo habian puesto...pero yo ya noté que allí había trampa.

Catetamente cogí una de las herramientas y me fui para la rueda. Sonó el primer tiriri, tiriri, un mojón pa ti de la tarde. Aquella herramienta no encajaba en ninguna parte de la rueda...pensé en meterla en adobo...pero tampoco le veía ventajas, la verdad. Como ha hecho un cateto toda la vida miré las instrucciones del vehículo...otro tiriri, mucho gráfico, mucha letra en negrita pero nada de la tuerca que no encajaba en ningún lado. Derrotado, más nervioso que el peluquero de Fernando Simón, llamé a la grúa. Una señorita muy amable, después de decirme que me estaba grabando, me dijo que vendrían a ayudarme.

Como a la media hora llegó una furgoneta muy mona. El señor que la conducía, limpio como una fuente después de salir del lavavajillas, se bajó muy diligente y dijo ¿que, ha pinchado?, como sabiendo que yo a partir de ese día no sería el mismo conductoramente hablando. Le dije lo del tiriri, tiriri de las herramientas, mi falta de comprensión lectora con lo de las instrucciones y mi impericia para encontrar un agujero donde meter la herramienta...pero el me dijo que eso de cambiar una rueda era más antiguo que un yogur de coco. Como si fuera Ciencia Ficción, pero en versión ayuda en carretera, sacó una especie de mariconera, como las que llevaban los practicantes y de un plastiquito extrajo como un trozo de plastilina. Con una especie de torniquete metio la presunta plastilina por el boquete que habia hecho el tornillo, sacó un bombín como de juguete de otra maletita, llenó la rueda, como el que llena una caña de Cruzcampo y me dijo...listo. Yo, más sorprendido que un hincha del Cádiz mirando la clasificación actual, comprendí que, de nuevo, la modernidad me había derrotado.

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