Cádiz completo

La experiencia dice que hay que cambiar, porque aunque Cádiz está de moda, la gente aprende y puede no volver

El miércoles 25 de agosto, puede decirse que al mediodía, Cádiz estaba completo, que no cabía un vehículo más y que cualquiera que fuese la vía elegida para acceder (los dos puentes y la carretera N-IV), el tráfico formaba una caravana que avanzaba a paso de procesión y solo, de cuando en cuando. Supongo que solo por la vía marítima no habría dificultades de acceso. Cuando estando parados en la cola vimos una ambulancia que, con sus luces y alarmas, se abría trabajosamente paso, sorteando vehículos, llegamos a la conclusión de que se había producido un grave accidente, pero cuando tuvimos ocasión de preguntar dónde había ocurrido, ante nuestra sorpresa, la policía municipal nos aclaro que ningún accidente había ocurrido y que las retenciones en el tráfico eran la consecuencia de que todo el mundo quería venir a Cádiz.

Luego, las calles de la ciudad,estaban en consonancia con la incidencia del tráfico y se cumplía el dicho de que un peatón es un afortunado que ha encontrado un lugar para aparcar. Nunca, ni en Semana Santa ni en Carnaval he visto tanta gente en Cádiz, como ese miércoles de fin de agosto. No sé cómo estarían las playas, pero supongo que tan colmadas como las vías de acceso.

Este Diario se refirió al suceso, un par de días después, calificando, con ironía, de "gloriosa" la jornada de este miércoles, en referencia a los atascos de la circulación y lo atribuye al cierre del tráfico por la calle Veedor, que obliga a los coches a salir por la calles Zaragoza y Benjumeda como única salida de la ciudad, si se está en San Antonio. Lo demuestra que cuando se autorizó la circulación por Veedor a las 13,30 horas pues "todo se arregló", y tienen razón, porque impedir el tráfico por Veedor complica y retrasa la circulación porque obliga, si se está en San Antonio, a dar un recorrido adicional por la c/ Zaragoza, Plaza del Falla y Ceballos o Plaza del Mentidero, para llegar a la Alameda. El testimonio de los taxistas también coincide con esta apreciación. La pelota está en manos del Ayuntamiento. Ignoro qué razones hubo para impedir el tráfico por Veedor, pero a la vista de la experiencia,hay que rectificar. Hasta ahora y gracias a los aparcamientos subterráneos, la gente venía a Cádiz porque aparcaba sin más dificultad que el precio de la estancia. La experiencia del suceso del miércoles dice que hay que cambiar, porque aunque que se nos dijera por la policía municipal que no pasaba nada, que era que todo el mundo quería venir a Cádiz porque está de moda, la gente aprende y puede no volver.

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