Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Bocadillo, la comida de moda

Mancharse la camisa con un chorreón de salsa de bocadillo se ha convertido casi en una medalla de la que presumir

El nos bocadillo se está convirtiendo en la comida de moda, aunque esté adoptando miles de formatos y haya mucha fantasía en lo que envuelve la cosa y en los rellenos. Es difícil ir ahora a un bar de cocina fusión, que es el tipo de establecimiento más de moda, y no encontrar algo entrepanes.

El pan llegó a ser un artilugio casi maldito cuando los de los regímenes… alimenticios decidieron culparlo de las barrigas de toda Europa. El demonio se disfrazó prácticamente de miga y un Manolete era la imagen del diablo pasado por el horno.

Sin embargo, ahora, el pan vuelve a estar de moda. Hemos pasado de la maldición de la masa a la masa madre y no hay cocinero que se precie de no tener en su catálogo de creaciones un buen bocadillo.

Cádiz siempre ha tenido grandes bocadillos. El dobladillo triunfó en esta ciudad con dos rodajas de humilde barra de pan rellenas de caballa en aceite, tomate y mayonesa. En Vejer la Venta Pinto ha logrado poner su bocadillo de lomo en manteca casi como un escudo de la zona y lo mismo ha ocurrido en San Fernando con 'el pollazo' que se inventó Rosa Marín en el Sancho Panza de San Fernando para curar el hambre "de los quintos". En el Campo de Gibraltar, el bar Francis logra también llevar al estrellato a 'El Africano', un bocadillo con un toque de especias que es capaz de poner a tono a cualquiera mediante un desayuno.

Pero ahora en todos los restaurantes, incluso en los de alta cocina, se ven bocadillos, aunque sean sofisticados con panes a veces incluso estrambóticos o con rellenos barrocos y salsas que chorrean por todos lados.

Mancharse la camisa con un chorreón de salsa de bocadillo se ha convertido en casi una medalla de la que presumir tras la visita a un restaurante. La última moda es ahora la del pan brioche, que es como una versión barroca del pan de hamburguesa. Pero mi gran espeanza es que, al igual que ha vuelto el bocadillo, vuelva su "contenedor" más afamado, el Manolete, porque nunca ha habido nada mejor que un buen Manolete relleno de tortilla emgolllipante. La única pregunta es cuándo resucitará. Angel León debe de comenzar ya a trabajar en ello. Si ha sido capaz de descubrirnos el mar más oculto, sólo él puede hacer resucitar al Manolete.

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