Cambio de sentido
Carmen Camacho
Plácido
LA historia reciente nos recuerda que ¡Ay, Carmela! era una canción popular de principios del siglo XIX que cantaban los guerrilleros españoles que luchaban contra las tropas napoleónicas cuando el pueblo de Madrid y poco a poco el resto de súbditos de la España del Rey Felón se alzó en armas, palos y piedras contra el invasor francés.
En el devenir de los años su letra se adaptó a las circunstancias políticas y sociales de un momento muy concreto: la guerra incivil y fratricida que sufrió el pueblo español del primer tercio del siglo XX. La canción actualmente se ha convertido en un símbolo de la presencia femenina en esa confrontación entre hermanos.
El reconocido cineasta Carlos Saura dio vida a través de la gran pantalla a la historia creada y recreada por el dramaturgo José Sanchis Sinisterra, haciéndose acreedora ¡Ay, Carmela! al galardón de Mejor Película en la V edición de los Premios Goya.
Y la vida sigue su rumbo sin pausas ni demoras que la entorpezcan. No sé quien, alguien alguna vez, dijo que no miremos hacia atrás con ira, ni hacia adelante con miedo, sino alrededor con atención. Soy consciente que las circunstancias que nos están tocando vivir te hacen replantearte e incluso reafirmarte con vehemencia en convicciones que estaban larvadas en lo más profundo de tu ser, pero hay momentos en los que toca decir ¡hasta aquí llegamos, amigos!
Hace unos días ha venido al mundo una nueva Carmela, una Carmela que es la hija de una de mis hijas, o sea mi nieta, mi primera nieta. Reconozco que estoy sobre una nube de algodón de caramelo rosa y reconozco que me resisto a bajarme de ella. Ojalá pudiera detener el tiempo para saborear cada vez que quiera lo vivido desde que desperté de mi sueño y la tuve entre mis brazos.
Ahora me toca luchar más si cabe para que los indecentes que manejan el mundo a su antojo dejen de pegar patadas en la dignidad de los seres humanos desde que han conseguido levantar la veda. Yo quiero que mi nieta, y todo lo que representa en estos momentos ella para mí no tenga que cantar nunca jamás ¡Ay, Carmela!
También te puede interesar
Cambio de sentido
Carmen Camacho
Plácido
Postrimerías
Ignacio F. Garmendia
Zamiatin
Su propio afán
Para una vez que acertaba...
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Fintas de fantasía