La Generación del 27 surgió alrededor de la figura de Góngora, poeta que había elevado la lírica de su tiempo rechazando los sentimientos vulgares y la técnica imperfecta, según señalara Federico García Lorca. Para mí, modesto siglodeorista, triunfaba don Luis Carrillo de Sotomayor, marino, poeta, fundador del cultismo. Murió con apenas 24 años en El Puerto de Santa María. Se quejaba el fundador del movimiento culterano de los que lo censuraban por poner demasiado cuidado en la prosa y demasiada confusión en el soneto. Eran los primeros asomos de la escuela cultista, cuyas teorías condensó Carrillo en su trabajo titulado Libro de la Erudición Poética. No es vicio la oscuridad cuando nace de lo misterioso del concepto, pues el poema ha de ser escondido para el vulgo. Quitarle la elocución era desnudarlo. De las insipientes controversias, amistosas, contenidas en sus inicios, surgiría luego la violenta guerra literaria entre los claros y los escuros, como se escribía entonces, que duró todo el siglo XVII hasta que en sus últimos años pasara a la Academia dos singulares, de Lisboa.

Nuestra naturaleza es inclinada a novedades, decía el gongorista Angulo y Pulgar, y lo que no las tiene, casi la ofende. El impulso de hacer versos es un cierto furor divino con el que el poeta se inflama y se levanta de los demás hombres; y esta inflamación le causa el embeleso que no le permite ser humano en su lengua… De aquí que en quitándole a lo difícil de la letra lo misterioso que encierra, tanto deleita al lector con su gala y novedad.

Pero el estilo tenía ya una antigüedad respetable. Precisamente era nueva de puro vieja : El vicio literario -virtud para los cultos – era clásico, muy clásico y trasnochado. De la obscuridad y la afectación, por endiosamiento propio y odio despectivo al vulgo profano, es tan antiguo como la fatuidad en los escritores y el quid divinum de que presumían, muy humano, demasiado humano. De Cicerón es esto: Animadverti, iudices, hanc accusatoris causam in duas divisam esse partes. "Considero, jueces, esta del acusador causa, en dos dividida estas partes" o Quae sunt urbanarum maledicta litium. "Que son de urbanos murmuraciones pleitos".

Góngora rebasó y se atribuyó el culteranismo per se. En sus Soledades, tiene este fuerte y solemne verso: En dehesas azules pace estrellas. Intertextualizado o plagiado por Lope en la Andrómeda: Por los campos del cielo desatado/paciendo estrellas…Y ambos entrambos copiando a Virgilio: Polus dum sidera pacet

Pero el estilo oscuro siguió ascendiendo. Los simbolistas y decadentistas franceses, con Mallarmé a la cabeza, intertextualizaron también la teoría y la técnica cultistas…El lenguaje hiperbataneado llegó a los sermones. Hasta la aparición del Fray Gerundio, donde el padre Isla satirizó ése abuso manifiesto. Luego la Generación del 27 sacralizó a Góngora, triunfó la oscuridad. El barroquismo. El juego dialectal. Aunque Lope jugara de tacón: Porque, como las paga el vulgo, es justo hablarle en necio para darle gusto.

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