Polémica Cinco euros al turismo por entrar en Venecia: una tasa muy alejada de la situación actual en Cádiz

Ante el Congreso de la Lengua, de vuelta a ida, Perú, Cádiz, el periodista y exdirector de Diario de Cádiz José Joaquín León, con el título de Palabras y Palabrotas, escribió un jugoso artículo en este diario. Me imbuyó meterme en la memoria y recordar palabros y acepciones del vocabulario gaditano. Sobre todo de insultos y descalificaciones, recordando siempre al magnífico filólogo, profesor y amigo Payán Sotomayor, al que deberían ponerle una placa o una calle por su trabajo serio y sus libros. Al igual que a José Antonio Hernández Guerrero y María del Carmen García Tejera, que durante años fueron uso y cultura en estas páginas.

Un término del Cádiz, Cádiz, bolichero, que definía tanto al enterrador de aquellos coches de caballos embutidos en negro, como al meticón irredento. En el DRAE sólo admite personas que se dedican al juego, a las apuestas y al comercio. El enterrador pues queda fuera de unas academias que se gaditanizarán brevemente a fin de mes.

La palabra trapo, drapus, paño en Cádiz, era referido a una persona como desprecio y humillación. Ése es un trapo…La palabra bastinazo es una pieza clave del argot coloquial del que Cádiz se sirve para expresar el grado superlativo de algo. Puede usarse con matiz negativo y positivo. También es sinónimo de ordinariez, sexo, de maledicencia... los mayores la usaban hasta para denominar los restos más pequeños del pescado frito. Eso debería figurar en el Drae por su amplitud lingüística en las redes sociales.

¿Y chinorri? Peyorativo de imberbe? Niño, niña, en caló o lenguaje de germanías. Dicho sin acritud en Cádiz, el que no tiene bozo y se las da de adulto.

La palabra sieso, de sedere, estar sentado, si está en el DRAe, donde además de ano significa desagradable, antipática, desabrida en relación a las personas. Y sieso manío? Manío, pasivo de manir, es ajar, pasarse en sazón. Sieso contumaz sería. Y no figura esta acepción en el diccionario.

Ahora, que parece que la Academia recula con la tilde de sólo y solo, ¿no sería digno de tener en cuenta frases o acepciones que universaliza el Carnaval? Porque ya no existen tan claras las circunscripciones para determinar su alcance, como antes.

Tonto, sonido expresivo, de attonitus, aféresis sincopada, con nueve acepciones en el Drae, que en Cádiz se matiza más, tontoesquina, que supera a tonto er culo, porque tonto esquina es tonto de aquí en grado superlativo, duplicado, como de Cádiz, Cádiz, y todo y más.

Chufla, según el Drae, de sibilare, silvar, en Cádiz es una persona en la que no se puede confiar para nada porque es un chirlachi, persona vulgar y poco seria. He oído también, jirlachi, y chirlichi, chislachis…de chisgarabís, mequetrefe, entrometido, y aparece en el diccionario etimológico de Francisco del Rosal, como homecillo de poca sustancia…

Lo contrario a fatiga o fatiguita, pesado hasta cansar en Cádiz y con cinco acepciones en el Drae que no incluye tampoco el sentir gaditano.

Parece que estoy cuajao, eres una babucha, un jibia, un bullita, un papanatas, un bajancia, ojo esto significa mal fario o gafe, vas colocati, con una tajá de bache de guardia…

Espero haber aportado al menos una sonrisa al congreso a través del excelente Grupo Joly, con este Diario estrella y emblema. Un bastinazo de Diario, en el sentido exaltador de la palabra más gaditana que la vida. 

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