Hoy es el día. Y la verdad es que tenemos una buena papeleta entre las manos. Cada cual la suya. Las mujeres y los hombres de este país sabemos perfectamente lo que es tener una buena papeleta y no alcanzar a entender qué hacer con ella ¿Quién no la ha tenido alguna vez y se ha quedado con la mente en blanco?

Llevarte media vida trabajando y encontrarte de pronto en el paro es una papeleta de magnitud considerable. Ítem más, llevarte casi media vida preparándote para acceder al mercado laboral y no conseguirlo ni por activa ni por pasiva, salvo que te sometas a la tiranía de sueldos impresentables también es una papeleta de resultados imprevisibles. Como lo es permitir el hacinamiento en infraviviendas, levantar muros que separan familias, perseguir a los más débiles por el color de su piel o su lugar de procedencia, o simplemente hostigar a personas por su orientación sexual o religiosa.

Estas ignominias son papeletas marcadas por gente que suele navegar habitualmente entre las aguas revueltas de la doble moral y el desprecio más absoluto por los valores democráticos que nos dimos los españoles allá por el año 1978. Valores de los que se sirven con descaro y con desprecio para intentar derribarlos y volver a tiempos pretéritos.

Los porteños de acá sabemos distinguir razonablemente bien qué papeletas hay que tirar a la papelera para evitar la contaminación por ósmosis. El progreso de nuestra ciudad, de nuestro país, no se puede permitir ni hoy ni nunca un resbalón inoportuno que dé al traste con los derechos fundamentales recogidos en nuestra carta magna.

Utilizando la inteligencia y el sentido común que prevalece en el resto de los países miembros de la Unión Europea, atesoraremos las papeletas necesarias para eliminar en la medida de lo posible el paro y la emigración de nuestros hijos mejor preparados entre otras cuestiones y, por supuesto, a los listos que echan sus redes con mucho desparpajo intentando pescar en río revuelto.

Mi papeleta la tengo preparada para frenar a los intransigentes. Llamo a la movilización democrática para tener un gobierno fuerte. España necesita avanzar. Es la hora. Es nuestro momento, porque la papeleta que se nos puede venir encima es de toma pan y moja.

manolomorillo@soydelpuerto.es

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