Lo que tú no hagas, no lo hará nadie". Era la frase favorita de mi amigo Juan Infante Peña, recién fallecido, que nos dejó ese consejo. Y es verdad, todos criticamos, nos dolemos de una injusticia o de algo que está mal, que hace daño o causa molestias al vecindario. Y, sin embargo, pasamos, como si no lo viéramos. Somos pasotas. Como anécdota recordemos aquel gritito que el humorista Chiquito de la Calzada decía con frecuencia: "Cobarde". Pues eso, muchas veces, muchísimas veces, somos cobardes por no señalarnos, porque no digan, porque para eso están los que mandan…El asunto es que vemos alguna barbaridad o simplemente una injusticia y como si nada. Que lo arreglen otros. Y hay que saber que no es necesario ser un héroe o un político, sino simplemente un ciudadano cualquiera, pero con responsabilidad. Y no se trata de que chilles o pongas una bomba ante la injusticia, sino actuar por los cauces legales o por los medios de comunicación públicos, la prensa o las redes sociales.
Ejemplo: ayer leí en Facebook que en París falleció congelado el fotógrafo René Robert tras permanecer ocho horas tirado en el suelo de una calle sin que nadie le socorriera. ¿Tú has visto en el mismo Cádiz personas durmiendo en la puta calle cubierto de cartones…?
De actualidad, el caso de los bancos. Abusan de la gente, sobre todo de las personas mayores que no saben ni ya pueden aprender lo de los cajeros automáticos. Son los dirigentes, no los empleados que son unos mandaos. Los jefes son unos caraduras y abusones, por no llamarles sinvergüenzas. WhatsApp está lleno de quejas y nada de nada, como si oyeran llover los caras. Y la gente tiene que aguantar, haga frío o lluvia, en la puta calle. Y a las once de la mañana cierran la caja y la semana próxima, sin ir más lejos, solo dos días la ventanilla de la cajera estará abierta.
La culpa es del Gobierno, que tiene poder para obligarles porque es un servicio público. Y quien dice lo de los bancos, dice las cosas que tú ves en una calle cualquiera y te lo tienes que tragar sin decir ni mú. Y lo grave es que si protestas, lo achacan a que eres de otro partido político y quieres dar la tabarra. Y no señor, que no va la cosa por ahí, que no se trata de crítica política sino de derecho ciudadano, incluso derecho humano.
Por todo, ello querido amigo lector, lectora, sigue el consejo de Juan Infante, que como mi otro amigo recién fallecido hace poco, Federico Linares, eran y son "Hijos de Dios" y ciudadanos ejemplares. Que en vez de ser egoístas daban la cara y cumplían con este lema: "Lo que tú no hagas, no lo hará nadie".
P.D. Honor y gloria al tenista Rafael Nadal, ejemplo de deportista y hombre de fábula por su carácter y comportamiento. Estamos muy orgullosos de él.
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