¿Qué es derrotar al Sanchismo? Es lo que hemos escuchado en las anteriores elecciones y es el mensaje de Feijóo que seguimos percibiendo en las pre-elecciones que se nos bien encima. ¿Dónde ha quedado el mensaje político? ¿De verdad le puede interesar a los ciudadanos que el discurso político quede dibujado a las ocurrencias? ¿Puede quedar un país en manos de tamaño disparate?

Feijóo continúa siendo un desconocido político y su mensaje ha quedado diluido en desprestigiar al contrario en vez de demostrar que está preparado para gobernar. Las declaraciones realizadas por Feijóo a una emisora radiofónica han mostrado las carencias que tiene el actual líder de la derecha. Acostumbrado a no mojarse, Galicia es una comunidad pequeña, y querer cubrir las dos alas de su partido, derecha y ultraderecha, cuando lo hace tiene que recular más tarde. Querer reducir el número de ministerios si logra ganar las elecciones estaría en su derecho, pero querer anular todas las leyes que se han hecho durante el actual Gobierno me parece en primer lugar una irresponsabilidad y en segundo lugar una mentira porque después llegan al poder y no retiran nada. En esta legislatura se han aprobado leyes muy progresistas, que se podrá estar de acuerdo o no, pero hay muchos colectivos para los que son necesarias.

Pero lo que es importante es saber cuál es el programa que nos trae el señor Feijóo. Va a retirar la Ley Laboral como ha anunciado. Va a retirar las subidas de las pensiones que el PP votó en contra. La Ley del Aborto que Rajoy, a pesar de tenerla en el Constitucional, no fue capaz de retirar. La Ley de Memoria Histórica, qué le molesta al líder de la derecha ¿que las familias recuperen a sus muertos? ¿Las leyes que han beneficiado a los independentistas catalanes? Pero si pueden entregar la Alcaldía de Barcelona a Xavier Trías de Junts, o lo que es lo mismo, al partido de Puigdemont para no apoyar al socialista Collboni. Este es el juego, decir una cosa y hacer lo contrario. Hace una semana que el PP ha apoyado en el Parlamento Vasco una propuesta de ley impulsada por HB Bildu. El problema no es quién apoya, la cuestión es que es lo que se apoya y cuando una ley beneficia al conjunto de la ciudadanía, da igual quién o quiénes las han votado. Esa debe ser la cuestión. Pero la política se ha devaluado y se hace a través de bastidores, a través de titulares. Queda muy bien pregonar que gobierne la lista más votada, pero no en Extremadura, ni en Canarias, ni en varios ayuntamientos.

La derecha se ha instalado en la política populista que va dirigida hacia los sentimientos de las personas. Sánchez o España, Sánchez o libertad, Sánchez o ETA, este es el mensaje, sin pudor, que ha ganado las elecciones municipales y autonómicas en España. Mientras escuchamos estos disparates, la prima de riesgo de España baja de 100 puntos y la economía continúa creciendo. Pero claro esto no gana elecciones, en España.

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