Creo que la vida, cruel, amada vida, como la definiera Juan Rafael Mena en un libro muy serio e importante para su obra, la vida, digo, te trae muchas veces al equinoccio de la tristeza, gota abajo, gota arriba y todo varía. El pobre Cervantes, pobre, deudas, cautivo en Argel, cárcel en Sevilla, no menos cautivo en Argamasilla, donde inició el Quijote.

Cervantes no se apellidó Saavedra, hasta, está probado por documentos, el 9 de agosto de 1586, en Esquivias, donde, como Miguel de Cervantes Saavedra, firma un documento reconociendo haber recibido la dote asignada a su esposa, Catalina de Palacios Salazar, en el que promete administrar adecuadamente estos bienes. En Argamasilla está preso entre 1600 y 1604, -primera parte del Quijote-, como una denominación de origen de un buen vino.

Se dice que Saavedra o Sayavedra lo adoptó en su cautiverio de Argel. En casi todas las cartas y documentos firmados en Sevilla y en otras ciudades andaluzas después de 1587, su nombre aparece como Miguel de Cervantes Saavedra. De hecho la hija que tuvo con Ana Franca, Isabel de Saavedra, como hija legítima, se añadirá el Cervantes, como primer apellido pero esperará hasta 1608, año de su boda, para que los dos apellidos de su padre le sean finalmente conferidos. Esto lo confirma la carta de pago de su dote, donde aparece como Isabel de Cervantes y Saavedra.

Hay quien sostiene que es un error sugerir que Cervantes debía haber usado el apellido Cortinas después de su patronímico, como lo hacen varios, incluso Jean Canavaggio, el serio hispanista. Saavedra es apellido de fronteras, un colaborador de Diario de Cádiz, Rafael Sánchez Saus, en Los Saavedra y la frontera con el reino de Granada en el siglo XV, certifica este hecho.

En casi todas las cartas y documentos firmados en Sevilla y en otras ciudades andaluzas después de 1587, su nombre aparece como Miguel de Cervantes Saavedra. En época de fronteras y moros en el Romance de Sayavedra el rey de Granada intenta convencer al cautivo con interesantes ofertas: "Calles, calles, Sayavedra,---cese tu melancolía;/ tórnate moro si quieres y verás qué te daría:/ darte he villas y castillos-y joyas de gran valía". El heroísmo de Sayavedra consiste en mantener su fe cristiana a pesar de estas promesas. Se ha publicado que sería también un apodo, Shaibedraa, brazo defectuoso en árabe dialectal magrebí, como consecuencia del brazo que le quedó inútil en la batalla de Lepanto.

A por atún y a ver al duque, decían los pícaros, que con cursos académicos alcanzaban el finisterre de la maldad y el hamponerío, en Conil y Zahara. Por cierto la etimología de hampa, deriva de cazahampo, significa cazador a lo pícaro y está registrado en La Pícara Justina.

En Sevilla, donde también alcanzara aposento de rejas, fue con los cipiones, berganzas y rinconetes, madurando el lenguaje que en la casa de Medrano pasaría a la ya inmortal novela.

En la Isla de León tenemos su calle, la de Lope, la de Tirso, la de Quevedo…Tenemos nuestra Real Academia, y un si es no es, amamos las palabras, los personajes y el sello de la sin par novela. Es un poco un eco nuestro. Un hermanamiento en las atrocidades y contratiempos. Escribir entre barrotes la sed de la libertad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios