Análisis

jesús miguel seoane sepúlveda

Pedro romero: el gran poeta de la libertad

La Tacita está en deuda con ese chiquillo travieso y rebelde del barrio de su Greñúo

Esperando aquella pluma que con frases tan sencillas le decía cosas tan grandes 'salpicás' de poesía…".

Así se dirigía Antonio Busto, en su comparsa 'Los pimpis de Cai', a Pedro Romero en el año 1982; año en el que Pedro descansaba como autor tras una pléyade de éxitos con agrupaciones inolvidables que permanecen para siempre en nuestros corazones.

Hoy, 9 de marzo, se cumplen diez años desde que nos dejara este excelso poeta de la libertad por siempre, tal y como mi gran amigo Antonio Martín, otro gran poeta de la libertad, lo definiera en sus 'Héroes del 3x4' hace ya 15 años. La noticia de su marcha me llegaba un sábado por la noche, de la voz, casi al unísono, de mis queridos Francisco Campos y Tino Tovar y generaba en mí una gran tristeza y desolación. Desolación y tristeza tras la pérdida de una persona muy querida por mí y mi familia.

Pedro nos dejó un sinfín de comparsas a cual más entrañable y gaditana. Recuerdo de manera muy especial ese período de mi niñez. Fueron unos años en los que Antonio Martín y él nos deleitaron con lo mejor de lo mejor en esas finales míticas de los años 70 y 80. 'Navegantes gaditanos', 'Payos y gitanos', 'Pregones', 'Nuestra Andalucía', entre otras muchas, marcaban mis primeros años de existencia en sana competencia con 'Ángeles y demonios', 'Caleta', 'Charlatanes de feria' (mi agrupación predilecta) y 'Los mandingos', estas últimas de mi apreciado Antonio. Todas estas obras magnas han colmado mi infancia de admiración a este poeta popular con quien me quedo, tal y como Tino refería en su comparsa 'Juana la Loca', tal y como lo parió su madre...

Es admirable y hermoso recordar a los grandes autores de nuestra fiesta en las tablas del Gran Teatro Falla. Sus coplas, siempre magistralmente interpretadas por sus respectivas antologías, nos hacen recordar nuestro pasado haciéndolo presente en el momento. Así, hemos podido disfrutar recordando a grandes copleros que ya no están con nosotros como Paco Alba, Enrique Villegas, Paco Rosado, entre otros, cuyas coplas han calado por siempre en el alma de todo Cádiz. Su recuerdo es imborrable; máxime con el justo homenaje del que han sido objeto el día de la gran final en el templo de los ladrillos coloraos.

Tras el paso de estos años sin la presencia de este poeta, voz de los sin voz, la Tacita de Plata está en deuda con este chiquillo travieso y rebelde del barrio de su Greñúo del alma. No es justo que su obra quede en el olvido. Sus coplas merecen ser recordadas como todas las demás, a tenor de lo que representaron en Cádiz desde que comenzara su andadura en al año 1967 con sus'Maniseros cubanos'. Su valentía, coraje, entereza y sensibilidad para con los más necesitados hacían frente a la censura y a las discriminaciones sociales de la época, al igual que hicieron Antonio Martín y otros.

Querido Pedro: voy terminando este escrito de la forma en la que tú lo hacías en muchas de tus coplas: A quien corresponda…

Y aquí, en el mundo de los mortales, nos sentimos huérfanos desde tu marcha. Te lanzo, amigo Pedro, esta misiva, tal y como tú hiciste el año 1976 en el que nos dejara el inigualable Paco Alba: "Qué dolor en las coplas, el ritmo y el tango, cuando estés aburrido en el cielo vuelve entre nosotros, tu Cádiz del alma te sigue esperando".

Te seguimos esperando, querido Pedro. Un abrazo, amigo mío.

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