Pablo-Manuel Durio

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El PP de Cádiz nunca fue de Casado

Los populares de la provincia, salvo contadas excepciones, se decantaron por Sáez de Santamaría en el proceso de 2018 Hoy reclaman un congreso urgente para tener un nuevo líder nacional

Pablo Casado, saliendo de la tienda de cuchillos Serafín en su visita a Cádiz en marzo de 2019.

Pablo Casado, saliendo de la tienda de cuchillos Serafín en su visita a Cádiz en marzo de 2019. / Julio González

La bomba que ha estallado en pleno núcleo central del Partido Popular no ha dejado rincón sin salpicar ni prácticamente representante sin saltar del barco de Casado y, de paso, bombardearlo también desde fuera. Al igual que la inmensa mayoría de líderes populares, el presidente del partido en la provincia, Bruno García, se apresuraba el martes a publicar en redes sociales su veredicto que, aunque tibio, se distanciaba claramente del hasta ahora líder nacional.

“Es necesario convocar de la manera más inmediata posible un congreso extraordinario en el PP. Apelo al diálogo para dar solución al problema que estamos viviendo. Una solución que están esperando muchas personas, nuestros militantes y nuestros votantes”, publicaba Bruno García el martes. Un mensaje que iba muy en consonancia con el que minutos antes trasladaba el partido a nivel provincial, que reclamaba “que el diálogo sea nuestra base y que cuanto antes se celebre un congreso extraordinario, donde salgamos más unidos que nunca para ofrecer una alternativa real a los españoles”.

Este posicionamiento oficial del PP de Cádiz hacía recordar que el partido, realmente, nunca apoyó a Pablo Casado en su lucha por el ascenso a la cúpula de Génova; que en Cádiz los populares eran sorayistas, de Sáenz de Santamaría, a la que públicamente apoyaron y defendieron en el congreso de 2018. De algún modo, el pasado martes el partido provincial (y el local, que va muy de la mano) se reencontraba con su 'yo' más sincero y verdadero, con la espalda vuelta hacia un Pablo Casado ante el que se han replegado durante tres años y medio.

Tal era la posición del Partido Popular gaditano en la guerra Casado-Sáenz de Santamaría, que fueron entonces sonados los apoyos al que hasta ahora ha sido líder del partido; a nivel provincial, recibió el respaldo del alcalde de Vejer, José Ortiz, que luego renunció al ascenso de recompensa para mantener su compromiso con el pueblo jandeño; y a nivel local, el de José Blas Fernández fue el único apoyo tácito que recibió Casado, lo que, por contra, nunca se tradujo en un sillón del Senado que en su día sonó con fuerza para el veterano ex concejal y ex senador popular.

Posiblemente fruto de esa incómoda sensación de saberse no querido en esta tierra, o por el liderazgo cosechado por un presidente de la Junta de Andalucía que, por cierto, tampoco era de la cuerda de Casado (y que de hecho todo hacía indicar que sería relevado de manera fulminante tras las elecciones de diciembre de 2019 que terminó ganando), lo cierto es que el presidente nacional del PP apenas ha pisado Cádiz en estos tres años y medio que ha durado un mandato que todos dan por acabado. Prácticamente un paseo electoralista en marzo de 2019, en vísperas de las elecciones generales, por algunas calles del casco histórico (acompañado, eso sí, de los representantes del partido a nivel local y provincial) es el único recuerdo gaditano de Casado. Eso y un acto en el Vejer de su apoyo Ortiz en noviembre de 2018, al poco de salir elegido presidente nacional del partido.

El Cádiz que se declaró sorayista vuelve hoy, en plena crisis nacional, a dar la espalda a Casado. El PP gaditano vuelve a su estado natural hasta julio de 2018, implorando un congreso en busca de un nuevo líder que, ahora sí, sea apoyado y refrendado por los populares gaditanos.

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