Pablo-Manuel Durio

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Kichi no para

Algo ha cambiado en el Ayuntamiento a siete meses de las elecciones: el alcalde ya sí ejerce de alcalde y comparece varias veces a diario para anunciar, inaugurar y asistir

Tuvo Cádiz posiblemente al alcalde más mediático de España durante unos meses. Su elección, su predicamento de acabar con todo lo anterior, su afiliación a esa política que venía a cambiar la política, y sus intervenciones sin pelos en la lengua (y a veces sin madurar mucho lo que manifestaba) le valieron para estar un día sí y otro también en las televisiones nacionales. Hasta que tuvo un resbalón importante ante las cámaras de La Sexta y la llama mediática se apagó. Desde entonces (año 2015) hasta ahora, Kichi solo comparece en redes sociales, donde sí habla de lo divino y de lo humano a cualquier hora del día, pero han sido contadísimas las ocasiones en las que se ha plantado ante los medios de comunicación, acostumbrados hasta 2015 a tener un encuentro semanal con el alcalde (alcaldesa entonces) de la ciudad.

Pero a siete meses de las elecciones, todo ha cambiado. Y de un plumazo, además. Ese alcalde que sólo comparecía en rueda de prensa una vez cada x meses, que solo permitía el acercamiento de gráficos -que no hacen preguntas- y que prácticamente nunca acudía a ningún acto, fuera del ámbito que fuera, ha decidido salir de su despacho y airear su figura a lo largo y ancho de la ciudad.

Y si hasta el verano era una figura que se intuía en Facebook y en Twitter pero que era difícil verla en una agenda desconocida, hoy es un alcalde con una agenda plagada, que lo mismo comparece ante los medios para anunciar una propuesta a Pleno (con la de plenos que lleva a sus espaldas, mes a mes desde 2015), que se monta en un autobús híbrido, que acude a la inauguración del Tranvía de la Junta o que asiste al pregón de Tosantos. Lo que es un no parar.

Sirvan de ejemplo de esto lo ocurrido en los últimos días. El martes compareció ante los medios de comunicación junto a su concejal de Hacienda para presentar las actuaciones que con cargo a los 14,5 millones de euros de remanente quieren incorporar a los presupuestos, como avanzó este periódico; y acto seguido se marchó a la Casa de Iberoamérica para presentar el borrador del plan de discapacidad que ha elaborado el Ayuntamiento. El miércoles asistía a la inauguración del Tranvía de la Bahía, para fotografiarse después con el deportista Raúl Calvo e inaugurar por la tarde la nueva pista de atletismo del Manuel Irigoyen. Y para el jueves tenía fijadas tres nuevas comparecencias: para visitar -por enésima vez- los depósitos de tabaco (en un proyecto que está de enhorabuena tras corregir el propio Ayuntamiento la falta de cálculo del proyecto inicial Edusi con la financiación lograda de los Next Generation, que permitirán ejecutar el 100% del proyecto inicial de esa dinamización cultural, social y económica que se busca de los antiguos depósitos), para presentar la estrategia para que la ciudad acoja el mayor número posible de grabaciones cinematográficas, y para asistir al pregón de los Tosantos.

Convocatorias, muchas de ellas, donde años atrás no era usual ver a un José María González que parece haber recobrado fuerzas de cara a esta recta final de mandato en la que también se ha visto reforzado económicamente con los 10 millones del Estadio y los 14,5 del remanente que, esta vez sí, va a destinar a distintas actuaciones que si se tramitan con agilidad llenarán Cádiz de obras conforme se acerque el mayo electoral.

Y todo ello a escasos días de que Adelante Cádiz tome (o anuncie) una decisión definitiva respecto a la continuidad o no de González encabezando la lista que opta a repetir victoria electoral. Una decisión que a priori está tomada (con el alcalde cediendo el bastón sí o sí en junio de 2023 al no optar a la reelección, cumpliendo así lo que dijo en un principio) pero que ante el brusco cambio de escenario que se viene dando en la política del gobierno local en estas últimas semanas pudiera sufrir alguna alteración. Las cosas (el hotel del Estadio, Valcárcel, el uso de los remanentes que permitirá empezar el Portillo, rematar el Teatro Pemán o ejecutar varias promociones de Procasa; los depósitos de tabaco ya adjudicados y con la financiación que faltaba conseguida, la plaza de España a punto de inaugurar...) se están poniendo demasiado de cara como para apearse de la estación, ahora que el Tranvía ya está en funcionamiento.

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