Fútbol El Cádiz CF, muy atento a una posible permanencia administrativa

Feijóo no encuentra amigos

Desde hace tiempo los discursos políticos están llenos de insultos, de mentiras o inexactitudes, de contradicciones y de falta de respeto. El Parlamento se ha convertido en un teatro donde los distintos partidos políticos llevan su partitura bien aprendida

Terminado el primer asalto de Feijóo a la Moncloa todo continúa igual. Ha sido un espectáculo innecesario e incluso aburrido. Le queda otra oportunidad al aspirante, pero después del trato otorgado a los partidos que le pudieran prestar su confianza pocas opciones tiene el líder de la oposición española.

Los que llevamos tiempo siguiendo los debates de la política española echamos de menos los discursos de esos políticos cultos, bien formados, con buena oratoria y cierta base de ironía pero siempre desde el respeto al contrario. Se podía estar de acuerdo o no con sus propuestas ideológicas, con sus discursos, pero era un placer escucharlos. Eran políticos con mayúsculas. Desde hace tiempo los discursos políticos están llenos de insultos, de mentiras o inexactitudes, de contradicciones y de falta de respeto. El Parlamento se ha convertido en un teatro donde los distintos partidos políticos llevan su partitura bien aprendida.

De las sesiones maratonianas de estos días ¿Qué conclusiones podemos sacar en claro los ciudadanos? ¿Ha sido beneficiosa para el país? Cada ciudadano puede sacar sus propias respuestas. El aspirante a presidir España ha actuado como candidato a jefe de la oposición. No era el momento de Sánchez, era su momento, y lo tenía que haber dedicado a exponer su programa electoral. Qué ha ofrecido Feijóo para que los partidos que le pueden llevar a la Moncloa cambien de opinión. Nada convincente, muy al contrario, se ha dedicado a hacer una moción de censura al gobierno provisional con referencias a unos posibles pactos que nada se sabe de ellos. Sánchez ahora mismo no es candidato aunque Feijóo ya lo da por hecho.

Hoy el líder del Partido Popular tiene su segunda oportunidad, pero no encuentra quien le escuche porque su discursiva no invita a hacer amigos. Es inaudito que intente conseguir apoyos desde una altanería asombrosa, pidiendo ayuda desde el insulto. Como le dijo Aitor Esteban, "hoy usted ha hecho más amigos".

El Partido Popular debe reflexionar su soledad si quiere llegar a la Moncloa, necesita entenderse con los nacionalistas o su acomodo en la oposición será muy duradera. Quizás Feijóo está esperando que Sánchez le haga el trabajo sucio con la imprevisible amnistía para después él, encontrar el camino libre para entablar relaciones con los nacionalistas.

Su soledad solo es acompañada por UPN y Coalición Canaria, esta última a cambio de, entre otras cosas, que el Gobierno Canario asista con el Gobierno de España (del PP) en caso de ganar, a las reuniones con el Gobierno de Marruecos. Se introduce un gobierno autonómico en la política exterior de España, esto suena a Estado Federal. Se figuran ustedes si esto le hace Pedro Sánchez. El Partido Popular y su escuadra mediática de Madrid D. F. (como dice Enric Juliana) entrarían en cólera.

Quizás le deberíamos regalar a los Sr. Diputados un libro de la isleñisima Constitución de 1810 para enseñarles el camino.

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