Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

De entre las muchas preocupaciones que nos asaltan estos días, compruebo que varias se centran en la juventud y adolescencia. El aumento de las conductas autolesivas y de suicidio; de las tasas de ansiedad, depresión y problemas de conducta alimentaria; la constatación diaria de las escasas armas para hacer frente a la frustración… La propia adolescencia en sí es una etapa neurobiológicamente crítica que, como ya sabemos, se ha hecho aún más difícil con la pandemia. Quizás no se prestó la debida atención a necesidades que no quedaron cubiertas durante el aislamiento; puede que la larga exposición al discurso del miedo haya depositado una pátina de fragilidad; que la falta de socialización y experimentación haya dificultado el alcance de la madurez o que, en su defecto, la soledad haya echado en manos de las redes sociales y sus crueles exigencias a esta parte tan sensible de la población. Pero lo cierto es que necesitamos mayores recursos humanos y económicos para ofrecer ayuda de forma urgente y profesional. Como sociedad no nos podemos permitir que nuestros jóvenes y adolescentes sigan sufriendo así. Y, sin embargo, me parece que la salida que se les está dando es, cuanto menos, contradictoria. Por una parte la superprotección dentro de las familias que, lejos de ayudar a ganar seguridad y autonomía los deja en manos de un deus ex machina que vendrá a rescatarlos del mínimo conflicto en el que se puedan ver envueltos. Por otra, políticas que les permiten decidir a solas sobre sus cuerpos y su futuro sin tener que acudir a ayudas profesionales.

Me preocupa mucho cómo enfrentamos el problema. Sin ser especialista, creo que es obvio que hace falta investigar, buscar las causas de tanta desorientación e infelicidad y después formar profesionales que, desde lo público, se pongan a disposición de quienes lo necesiten. Escucho, leo, trato de informarme sobre las últimas leyes que afectan a nuestros jóvenes y me surgen multitud de dudas. Ahora bien, sale el tema en cualquier ámbito y solo se habla desde la certeza y la seguridad. Empieza a ser cansina tanta soberbia. Así, ganaremos o perderemos las discusiones, pero poco vamos a solucionar.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios