Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Hay quienes no digieren el éxito tempranero y no saben después encarrilar su carrera, cayendo en la monotonía, la indiferencia, hasta abrazar la autoparodia. Hace 27 años que el linense Ángel Garó era el tipo más popular de España porque el sabio Chicho le regalaba la mejor hora del Un, dos, tres. Y el público terminó aguardando a que saliera al final, porque a la gente le rechiflaba remedar lo de "la refinitiva", "uuuú" y los ademanes de los pocos personajes en los que mutaba Garó, que en el fondo tenía más malaje de lo que intuíamos. Por entonces parecía que iba a dar mucho de sí, pero nos olemos que por un ego inflamable, una serie de malas decisiones (llegó a casi arruinarse por grabar un episodio piloto de un formato que no interesó a nadie) y una presencia que le daba cada vez más tirria a ese mismo público que tanto se reía con él, el padre de Pepe Itárburi y Juan de la Cosa fue languidenciendo. Desapareció de nuestras vidas mientras en su entorno se agobiaría con sus modos de duque austrohúngaro desterrado. Conocemos a otros con un perfil parecido: Moncho Borrajo, Pedro Ruiz. Fuerzan el humor de otros tiempos y no han sabido resanearse. A Chiquito, del que lloramos por el primer aniversario de su marcha, le pudo pasar lo mismo, pero en este caso tenía mucho arte, bastante humildad y el personal le reconocía sus méritos y edad, los servicios prestados a la patria de la risa, aunque sus respingos no despertaran tantas carcajadas.

La fama es así de cruel. Y la pérdida de la fama, aún más. Ángel Garó lo ha debido pasar mal, y mucho más teniendo como enemigo a sí mismo (como le dijo este jueves Jorge Javier Vázquez). Sus propios escándalos lo llevarona a recalar en los debates de Sálvame, donde comentó aquello de su abuela malvada, la que no le daba cola cao. Su presencia en GH VIP ha sido sencillamente irritante para todos: para sus compañeros, el público y para él mismo, llegando a discutir con las macetas y por tener, hasta escupir frases racistas. Vamos, lo que se llama un tesoro para Mediaset.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios