Con alguna tableta de turrón aún sin terminar, en el paladar el sabor dulce de los pestiños y con algún adorno navideño aún por casa, nuestra tierra cambia panderetas y zambombas por bombos, platillazos y guitarras.

Y es que a nuestro Puerto vienen a morir las olas de nuestra Bahía a compás de tangos, pasodobles y cuplés.

Sí, estoy hablando de Carnaval y para que muchos no os asustéis, os tranquilizo diciendo que aún queda un mes justo para que comience en nuestra ciudad. Pero si es cierto que, para muchos, la nieve navideña ha pasado a ser una lluvia intensa de papelillos en nuestras casas por el inicio del COAC 2024.

Antes de que os hagáis 'Los ofendiditos' quisiera desear toda la suerte del mundo a todos los portuenses que pisarán las tablas del Gran Teatro Falla, no vaya a ser que tenga que salir de este artículo con el 'Agüita tapá', que en nuestro Puerto somos muy susceptibles.

A componentes y autores, hijos de nuestra tierra, aquel que con 'La Callejera invisible' viene a defender con sus letras el primer premio conquistado de la chirigota gaditana.

Nuestro Puerto también escribe buscando esa 'Comparsa de toda la vida', buscando ese clasicismo en la modalidad reina del concurso.

Muchos somos los que deseamos que en algunas de sus modalidades, y con el mayor de mis respetos a las participantes, Cádiz tiemble de emoción cuando se abran las cortinas a una agrupación portuense.

Sabemos de sobra que el portuense tiene talento para regalar y está demostrado, pero como siempre, nos falta la capacidad de unión, de abandonar proyectos propios y centrarnos en algún proyecto común que tenga más recorrido.

Para llegar a adultos con esos valores, desde la cantera hay que ir transmitiéndolos, para que 'Los discípulos' del Carnaval portuense sigan regalándonos sus coplas. Coplas que representan la ilusión comparsista de unos niños.

Disfruten de este mes de concurso, disfruten de las noches de Falla, disfruten de la creatividad, del arte, del periodismo cantado, de la sátira del pueblo, de los sentimientos hecho coplas, en definitiva, disfruten de una de nuestras formas de vida en Cádiz y su provincia.