No han sido las ganas de ponerse delante del público, aunque un poco sí. Tampoco el lanzamiento de un nuevo disco y su correspondiente gira, aunque tienen uno ya cocinado y pendiente de que pueda ser degustado a finales de año. El motor de Vetusta Morla, una de las bandas más reconocidas del panorama musical español, es su equipo de sonido, el de luces, el de producción, todos aquellos que están fuera de los focos pero que nada sería sin ellos.

El vocalista Juan Pedro Martín 'Pucho' reconoció en la noche de este sábado durante la actuación del grupo madrileño en el festival Música del Mar de Cádiz que habían tenido muchas dudas para hacer la gira pero que se habían echado a la carretera por toda esta gente que ha sufrido como nadie en sus bolsillos la parada de la actividad de los conciertos.

Y desde luego que ha merecido la pena el esfuerzo. Los conciertos en tiempos de pandemia son distintos. Con mascarillas, sentados y con la distancia de seguridad aunque a veces sea difícil mantener el trasero pegado a la silla con determinadas canciones. Pero esto es lo que tenemos y hay que disfrutar de ello, porque el año pasado era la nada. La "cultura segura", como definió el propio Pucho.

Este motor es la motivación de Vetusta Morla y el público que lo recibió de maravilla con un aforo completamente lleno. Si este fue un grupo que cocinó su éxito a fuego lento, su salida al escenario fue con una parte de la magnífica 'Los días raros' que engarzó directamente con 'Lo que te hace grande'. Vetusta Morla, el grupo de colegas de un instituto de Tres Cantos, conectó con el público desde el principio, que coreaba las canciones una a una, sobre todo las más emblemáticas de la banda como 'El Golpe Maestro', el que fue un atraco perfecto aunque no tanto.

Vetusta Morla se abraza con el público de manera metafórica con una formación que toca de maravilla. Un 'consejo de sabios' por aquí, un 'Maldita Dulzura' por allá, 'Palmeras en La Mancha', un 'Te lo digo a ti' que iba mezclando los distintos trabajos publicados, hasta llegar a la icónica 'Copenhague', la historia de ese nómada permanente o el delicioso vals de '23 de junio'.

El vocalista de la banda, Pucho, interpreta una de las canciones.

Energía vital que salía del escenario en este Música del Mar que se recorrió España de punta a punta para tocar Finisterre, el single que ya ha lanzado Vetusta Morla de su trabajo 'Cable en la tierra' que verá la luz a finales de año y que nos adelanta que nos lleva a un sonido mucho más cercano a la música popular, al folklore. "Finisterre es como Cádiz, el fin de la tierra", decía Pucho.

'Sálvese quien pueda' subió la temperatura y ya no había quien lo parara con 'Valiente' y 'Saharabbey Road', que acabó coreada largamente con el público para poner el punto y final a un concierto que, como buena actuación, nunca acaba cuando parece sino sólo cuando quieren los artistas.

El grupo se despide del público gaditano.

En el regreso al escenario, la balada 'Los buenos', cantada en formato intimista sólo con una guitarra de esa rareza que fue la banda sonora de 'Los ríos de Alice' para ir cocinando a fuego lento a los fans y llevarlos a la ebullición con 'La deriva', previo grito que Pucho pidió al público para descargar toda la rabia y emoción contenida durante este tiempo.

El concierto terminó de hervir "en un final con suspense" para "un público increíble". La mítica y preciosa 'Cuarteles de invierno' engarzada como empezó esta historia, con un 'Los días raros', interpretada magistralmente y con un título que servía como metáfora de los tiempos tan extraños que estamos viviendo.