Exposición

La familia Barrios y Cádiz: un día de Corpus, un sonado divorcio, una fundación misteriosa...

Una imagen de la exposición de la familia Barrios en el patio de la Casa de las Cadenas, sede del Archivo Histórico Provincial.

Una imagen de la exposición de la familia Barrios en el patio de la Casa de las Cadenas, sede del Archivo Histórico Provincial. / Ramón Núñez

Casa de las Cadenas, Casa del Almirante, un Corpus inolvidable, un divorcio sonado, una misteriosa fundación benéfica... El linaje de la familia Barrios, comerciantes judíos conversos procedentes de Portugal, ha dejado una huella indeleble en la historia y en la arquitectura de Cádiz. Una marca rastreable en los documentos del Archivo Provincial de Cádiz que hoy ocupa el que fue hogar de Diego Barrios de la Rosa quien consiguió el privilegio de cadenas un lluvioso día de Corpus de 1692 levantando así el reconocible edificio de la calle Cristóbal Colón. Su linaje, el que lo antecedió y el que lo sucedió, y muchas de las alucinantes historias que protagonizaron, es objeto de una exposición en la Casa de las Cadenas que viene a celebrar también la adquisición para el Archivo por parte de la Junta de Andalucía del manuscrito del privilegio de cadenas que, de alguna forma, motivó la creación de la casa.

De hecho, la bella pieza forrada en seda y terciopelo y con cuidadas ilustraciones es la atracción central de la muestra documental donde se hace referencia a Diego Barrios de la Rosa, a su esposa, y a su padre, el capitán Manuel de Barrios Soto, y a una serie de bibliografía que dará contexto a la época. Además, la exposición está arropada por una serie de cuadros y reproducciones como el árbol genealógico de la familia, retratos de los protagonistas y una copia de La adoración al Santísimo –cuyo original cuelga en la siniestrada iglesia de la Castrense– que viene a recordar el suceso de Corpus Christi de 1692 cuando Diego Barrios da refugio a la custodia, parada ante su casa por el aguacero que caía ese día en la ciudad.

Unos hechos de los que el propio Diego Barrios de la Rosa quiere que queden constancia por lo que acude a un notario para narrarlos. Así, el protocolo notarial que atestigua el suceso –desde la salida de la procesión de la plaza de la Catedral hasta que entra, para salir un par de horas después, del oratorio de su casa– es uno de los documentos que se exhiben en la muestra del Archivo Histórico Provincial.

El testamento que nuestro personaje realizó en 1707 también se expone en la muestra y, como curiosidad, se deja constancia de que deja un vínculo para su hija (que se casa con el Marqués de Tabares) por temor a que perdieran parte de sus propiedades heredadas de su padre ya que su hijo, quien debía heredarlas, era un tanto bala perdida...

El vínculo que establece su padre de sus mayorazgos, sacados también de los protocolos notariales, se puede ver en la exposición en la parte dedicada a Manuel de Barrios, al igual que una de las condiciones principales que el capitán impuso a sus sucesores para gozarlo, y es que tenían que firmar con los apellidos Barrios, Rosa y Soto.

También es curioso que dispone que acabadas todas las líneas de sucesión del mayorazgo (mayor sobre menor, varón sobre mujer; y de sus hijos a sus hermanos) se cree un patronato dirigido por el Dean y Cabildo de la Catedral con una cantidad de ducados para que se les dé a doncellas jóvenes, huérfanas de padre y vecinas de la ciudad de Cádiz una dote para entrar en religión o para casarse. Pero es que esta fundación ha perdurado a lo largo del tiempo y en el Archivo (tal y como demuestran con otro documento) se tiene constancia de ella hasta los años 90 del siglo XX. Sin embargo, actualmente se desconoce si sigue viva...

Tampoco tiene desperdicio la vitrina dedicada a Teresa de Barrios Leal, la esposa de Don Diego y su prima hermana, hija de Diego de Barrios Soto, quien construyó la Casa del Almirante. En este espacio se muestra la Manda dotal que da su padre para que se case (20.000 pesos de a 8 reales de plata) y, más interesante, su último testamento en virtud de poder. Teresa de Barrios Leal hizo tres y en ellos se deja sutilmente constancia de la tormentosa relación (maltratos, intento de asesinato) que tuvo con su marido y lo que la llevó a presentar un expediente de nulidad de matrimonio amparado por sus abuelas, demostrando esta familia una sororidad femenina nada común en el siglo XVII.

Así en el primer poder ya Teresa habla que está divorciada por causas que todos conocen y que vive con su padre y que tiene dos hijos que viven con ella porque Don Diego no quiere hacerse cargo de sus hijos.

Y esta es sólo una muestra de la vida que encierra nuestro Archivo Provincial. Porque el pasado nos habla, como tantas veces, del presente y, casi siempre, de posibles futuros.

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